El proceso no permite el correcto reciclaje de los materiales tratados

Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción y Greenpeace rechazan el proyecto piloto de tratamiento de residuos municipales puesto en marcha por el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid debido a que el sistema es medioambiental y económicamente insostenible.

Las organizaciones ecologistas han enviado una carta al Consistorio en la que argumentan que el modelo propuesto supone un paso atrás en el camino para alcanzar un modelo sostenible de gestión de residuos sólidos urbanos, ya que no incentiva la reutilización ni la reducción, y requiere un gran consumo de agua potable y de energía. Además, esta tecnología implica la generación de lixiviados tóxicos; imposibilita la producción de compost y envía al ciudadano el falso mensaje de que no es necesario que separe sus basuras porque lo hace la tecnología, algo completamente falso.

Según el Ayuntamiento ripense, esta técnica consiste en someter los residuos a una “esterilización que permita su reducción y reutilización mediante la obtención de un nuevo producto para aprovechamiento energético y/o orgánico”. El tratamiento consiste en someter los residuos mezclados a un proceso con vapor de agua a 140º y una presión de 4-5 bares, por el que se obtiene una mezcla de materia orgánica esterilizada, distintos plásticos retractilados y envases metálicos limpios.

Salvo los restos metálicos que se pueden aprovechar como chatarra, nada de lo obtenido tras el tratamiento es reutilizable. Los plásticos de diferentes tipos quedan mezclados entre sí, lo que hace muy difícil su separación, y la materia orgánica esterilizada no se puede convertir en abono [1]. En realidad, la mayor parte del material obtenido solo sirve como combustible [2]. Además, la producción de vapor a alta presión supone un elevado consumo de agua potable y de electricidad.

Las organizaciones ecologistas recuerdan que una gestión sostenible de los residuos debe priorizar la reducción de la cantidad de basura en origen (no de su volumen final) y la reutilización antes de plantear medidas de gestión, según lo establecido en la Directiva Marco de Residuos (prevención/reducción, reutilización, reciclaje y eliminación). Esto se consigue con una correcta recogida selectiva de las diversas fracciones, tal y como lo prueban numerosas experiencias de éxito en todo el mundo.

Un Ayuntamiento como el de Rivas-Vaciamadrid, históricamente comprometido contra la incineración en Valdemingómez y con políticas de reducción en origen como los programas de compostaje doméstico, debería impulsar un sistema de gestión de residuos sostenible. Aún así, desde el municipio se está apoyando un sistema finalista que anula el aprovechamiento de materia orgánica para obtención de compost, entre otras cosas. Por otro lado, este sistema implica un uso de energía y recursos extras que contradice sus políticas de emisiones cero en 2030.

Notas

[1] Las altas temperaturas esterilizan la materia orgánica e imposibilitan su fermentación posterior. Además, parte de los contaminantes contenidos en los residuos quedará en el vapor de agua utilizado en el tratamiento (que tendrá que ser tratado como lixiviado tóxico) y parte quedará adherida a la fracción orgánica.

[2] La producción de energía a partir de la incineración de residuos es un proceso ineficiente desde el punto de vista energético ya que sólo recupera un 20% de la energía contenida en los residuos, a lo que hay que añadir los graves problemas de emisiones tóxicas para la salud de las personas y el medio ambiente.