Darío Dolz (concejal responsable de urbanismo) muestra como ambientales, operaciones que no son otra cosa que lavado de cara (como las zonas verdes o carriles bici) olvidando que el principal objetivo de la administración local en las áreas de urbanismo y movilidad, es reducirla creando proximidad, a través de una correcta planificación y ordenación urbana. Es decir, una ciudad sostenible es la que posee los servicios cercanos a los ciudadanos, de manera que sea innecesario el trasporte y que permita los desplazamientos a pie.

El Grupo Municipal Socialista, se muestra continuista con el último gobierno municipal del PP y apuesta por todo lo contrario: dispersar los servicios alejándolos de las zonas residenciales, propiciando el uso del coche y por tanto aumentando: el derroche energético, de los gases de efecto invernadero, la contaminación, los tiempos de viaje y el coste económico.

Si casi toda la ciudadanía tiene claro que ubicar la estación del AVE lejos del centro de la ciudad, ha sido uno de los mayores errores históricos de Cuenca. Ahora el equipo de gobierno, pretende perpetrar un segundo error y aun mas grave: sacar la estación del tren normal de la ciudad y llevarlo junto a la estación del AVE, a lo que (con toda seguridad) añadirán en un futuro la estación de autobuses.

A estos despropósitos, hay que añadir la nueva ubicación del hospital en la zona del Terminillo, que ocasionará enormes perjuicios a los ciudadanos y, especialmente, a los que más precisan de los servicios sanitarios: las personas mayores.

Así mismo, Dolz defiende la conversión del espacio ocupado actualmente por las vías del tren en nuevos viales para coches, sin entender que lo que necesita esta ciudad es reducir el espacio para vehículos a motor y devolverlo a los peatones. Lo que realmente falta en Cuenca es espacio para que los niños puedan desplazarse al colegio o jugar en la calle sin peligro, para que los mayores no arriesguen su vida cada vez que cruzan la calle o para que cualquiera pueda pararse a hablar con sus vecinos sin apreturas, sin el molesto ruido o humo de los escapes de coches.

Detrás de todos estos planes está un modelo urbano que da la espalda a los ciudadanos y que se plasma en el POM. Este plan (que ahora retoma el PSOE tras ser primero impulsado y después abandonado por el PP) plantea crecimientos poblacionales para la ciudad de Cuenca hasta llegar a más de 200.000 habitantes, algo que no tiene fundamento y que podría propiciar la urbanización dispersa, con desarrollos residenciales carentes de equipamientos adecuados.

Ante esta forma de hacer política, y en la que han coincidido plenamente el PP y el PSOE, no es de extrañar que la ciudadanía se sienta cada vez más, distante de gran parte de los políticos, mostrando su descontento en fenómenos como el movimiento «15 M».

Por todo ello, Ecologistas en Acción de Cuenca solicitará una reunión a Dolz, de manera que se reviertan estos planes hacia un urbanismo de y para los ciudadanos. Como primera medida de urgencia, planteará la paralización de la contratación del servicio de ordenación del estacionamiento (conocido como ORA) pues supondría un retroceso con respecto a la situación actual y para un período de 15 años.