Ecologistas en Acción denuncia que los árboles de Madrid-Río no resisten el ambiente artificial que se ha creado junto al Manzanares. Las coníferas de gran porte que sustituyeron a unos veteranos cedros que se secaron por las obras, también se están secando.

Más de 20.000 árboles de gran porte fueron talados por la faraónica obra de la M-30. Los que no fueron eliminados, han ido cayendo por lo artificioso del entorno en el que quedaban. El stress hídrico y la ausencia de suelo para sus raíces imposibilitan su crecimiento. La reposición continuada de arbolado será la única solución para mantener la falsa imagen de un río manipulado y envasado.

Efectivamente, tres de los cuatro emblemáticos ejemplares de cedros que soportaron las obras de la M-30, junto al Puente de Segovia, fenecieron a finales del pasado año. Fueron sustituidos a toda prisa por unos robustos abetos para tapar los huecos que dejaban en el paisaje.

Ecologistas en Acción expresó entonces lo inadecuado de tal sustitución ya que tendrían un dudoso futuro. Ahora, seis meses después, dos de estos abetos están secos y seguirán los pasos de sus antecesores en pocos días. De hecho, uno de ellos acaba de ser talado. Son testigos mudos del derroche de recursos utilizados en el soterramiento y ampliación de la M-30.

Esos abetos son sólo unos ejemplares, pero que simbolizan el enorme coste ambiental, y por tanto económico, de esta obra, constituida en parque lineal de varios kilómetros de longitud. Sólo una constante reposición de miles de ejemplares podrá mantener esa falsa imagen de bosque de ribera que ya no lo será más por simples y evidentes razones físicas.

La imposibilidad de que las raíces de estos árboles medren sobre el cemento y los bloques de “corcho blanco” –poliespan– que se encuentran bajo la magra capa de tierra vegetal, dan como resultado esta alta mortandad de árboles.

Ecologistas en Acción expresa su preocupación por los enormes costes de mantenimiento de este nuevo parque lineal, y en particular de la jardinería en Madrid-Río, con dudosos resultados de consolidación futura de las zonas repobladas a lo largo de las cementadas orillas del Manzanares.