La Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP19) es escenario de graves retrocesos. La presencia masiva y sin precedentes de empresas muy contaminantes en las negociaciones llega esta semana a ser escandalosa con la celebración de una cumbre paralela de la industria del carbón. Ecologistas en Acción muestra su alarma ante unos movimientos por parte de gobiernos y corporaciones que pretenden aplazar políticas ambientales y de salud pública.

El lobby de los combustibles fósiles, con empresas energéticas que se basan primeramente en la explotación de petróleo, gas y carbón, está fuertemente involucrado. Gigantes del sector como Alstom, PGE y LOTOS son socios oficiales de la COP19 mientras países como Canadá, Japón y Australia recortan sus objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y anuncian nuevas inversiones en minería de carbón y extracción de petróleo.

Mientras tanto, la Asociación Mundial del Carbón (WCA por sus siglas en inglés) ha celebrado una Cumbre Internacional del Carbón y del Clima en el marco de la COP19 bajo el lema “Tecnologías, oportunidades e innovaciones del carbón limpio”. Las industrias vinculadas al carbón y el Gobierno de Polonia, anfitrión del evento, pretenden legitimar su apuesta por la energía más nociva con una campaña de “lavado verde”. Por medio del “Comunicado de Varsovia” llaman a incrementar el uso de tecnologías altamente contaminantes, pero llamadas irónicamente “tecnologías de combustión de carbón altamente eficientes y de bajas emisiones”.

La presión de la Asociación Mundial del Carbón en la COP19 tiene como objetivo de conseguir el “reconocimiento del rol fundamental que el carbón tiene para conseguir el futuro energético bajo en emisiones”. Con ello busca incrementar los subsidios públicos en tecnologías costosas e inseguras como la captura y almacenamiento de carbono o la gasificación bajo tierra, que, según la industria, mudarán el carbón en “energía verde”.

En realidad sólo persiguen aplazar políticas ambientales y de salud pública que protejan la población y frenen el cambio climático. Ante los recientes impactos del tifón en Filipinas y los retrocesos en los compromisos vinculantes en materia climática resulta insultante que se promueva en la COP19 el carbón como fuente de energía “limpia”. Y es que el uso del carbón ni es limpio ni barato, porque causa graves daños a la salud, subraya Ecologistas en Acción.

El carbón es la fuente de electricidad que más gases responsables del calentamiento global emite. Las centrales eléctricas de carbón están entre las peores fuentes de contaminantes tóxicos del aire en todo el mundo. Es por tanto necesario excluir a los representantes de esa industria de las negociaciones y también adoptar políticas para acabar con las subvenciones al carbón –en el caso español 636 millones de euros sólo en el año 2011- y su eliminación gradual del mix eléctrico hasta –más tardar- el 2020.

Además, Ecologistas en Acción aboga por una política que exija responsabilidades a los bancos y les prohíba seguir invirtiendo en la expansión mundial de la industria del carbón. Entre 2005 y 2013 unos 89 bancos comerciales invirtieron unos 118 mil millones de euros en la extracción del carbón, esto es un incremento del 397% desde la entrada en vigor del Protocolo de Kioto, según el estudio publicado con ocasión de la COP19 por las redes internacionales BankTrack y CEE Bankwatch y las organizaciones Urgewald (Alemania) y Green Network (Polonia). El 71% de este capital lo proveen 20 bancos, entre ellos los bancos europeos más grandes.