Ecologistas en Acción ha remitido un escrito dirigido al Presidente de la CHD, manifestando su desconcierto e indignación por la forma como se ha actuado en diversos tramos de los ríos Torío y Bernesga, procediéndose, sin justificación alguna, al dragado con maquinaria pesada y a la canalización de los márgenes con escolleras. Dado el severo impacto de estas actuaciones, también se ha pedido que los proyectos de “Restauración de Riberas” pendientes en nuestra provincia, se realicen con el máximo respeto a su naturalidad.

Llama la atención que las obras se hayan realizado sin sometimiento a evaluación de impacto ambiental, y obviando cualquier participación pública; en contra de la propia Estrategia Nacional de Restauración de Ríos (aprobada por el MARM); e infringiendo, entre otras, la Directiva Marco del Agua -en lo relativo a los principios de buen estado ecológico y no deterioro adicional- y la Directiva 2007/60/CE, sobre Evaluación y Gestión de las inundaciones, -ya que una ribera con su vegetación natural es la mejor prevención frente a eventuales avenidas-.

Especialmente grave es la actuación en un tramo del Río Torío a su paso por Villarrodrigo (Ayuntamiento de Villaquilambre), donde además del dragado se ha construido una impresionante escollera en ambos márgenes del río, con relleno y elevación de la cota en uno de ellos, sin que existan razones técnicas que lo justifiquen.

Revistas de ámbito nacional como “Quercus” (decana de la prensa ambiental en España) se han hecho eco de la denuncia de la Asociación “Ríos con Vida” con una nota en su edición de noviembre que lleva por título “Arrasado un tramo del Río Torío en León”, lo que contribuye al descrédito de las actuaciones de un organismo (la Confederación Hidrográfica del Duero) que parece actuar con criterios propios de otra época.

La realización de obras que faciliten el uso público (paseos peatonales) en las proximidades de nuestras riberas no puede amparar de ninguna manera impactos tan severos, ya que dichas obras podrían haberse llevado a cabo igualmente respetando la naturalidad de los ecosistemas, no sólo con un menor daño ambiental sino también con un menor coste económico.

Por todo ello se ha solicitado:

  • Que se justifiquen motivadamente cuales han sido los criterios técnicos utilizados para dar cobertura a unas actuaciones de esta naturaleza en los ríos Bernesga y Torío.
  • Que las obras de restauración pendientes en la provincia se realicen respetando al máximo la naturalidad de las riberas. En particular esperamos que tenga en cuenta este criterio en las obras en marcha de “Mejora del estado ecológico del río Órbigo” (entre el nacimiento del Río y Santa Marina del Rey), así como en las ya adjudicadas de “Acondicionamiento del Arroyo del Valle y Canal del Carbosillo en el Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo” (entre Ferral del Bernesga y San Andrés).

En ambos casos debería garantizarse, entre otras comunidades vegetales, la estricta protección de las alisedas (Alnus glutinosa) de la ribera de dichos cauces, que en el caso del arroyo del Valle se conserva en las proximidades de Ferral del Bernesga.