Bien por la escasez de recursos económicos o por el nuevo talante de los
responsables, ciertamente, parece que salimos del túnel oscuro incompetente, donde nuestros queridos árboles, eran victimas continuas de todo tipo de manejos arboricidas.

Tranquilizadoras referencias, ante las nuevas prácticas de tratamiento del arbolado, que parecen implantarse hasta la fecha, entre los responsables de su mantenimiento.

La sensibilidad y el sentido común hacia estos entrañables seres vivos, que pueblan nuestras calles, caminos y campos, nos parecen aspectos muy saludables, en las actuaciones que se llevan a cabo en el tratamiento del arbolado ornamental, ya sea en cualquier entorno, urbano o peri urbano.
Los compañeros de Ecologistas en Acción de Pinto, denunciaban la pasada semana la brutal poda de árboles en un céntrico parque de la ciudad, llevada a cabo por el nuevo gobierno municipal. Tales prácticas arboricidas de las que no dejamos de librarnos en ésta Comunidad, a espaldas de la Ley 8/2005 de Protección y Fomento del Arbolado, esperemos pronto sean pasado y el negocio del árbol (biomasa, compostaje, sobreprecio de podas), deje camino al reconocimiento de los valores culturales y paisajísticos.

Reconociendo estos hechos y agradecidos por tal motivo, desde Ecologistas en Acción de Aranjuez debemos exigir otras tareas mas importantes, que las llevadas a cabo sobre la parte aérea y complementarias a las mismas como el riego, aireación, aplicación de medidas preventivas, acción puntual fitosanitaria y aporte de nutrientes, indispensables para asegurar el optimo estado biológico y de seguridad en nuestras arboledas.

El siguiente motivo de nuestro escrito incide en señalar actuaciones, que se llevan a efecto fuera del medio urbano, donde si bien, solo se podan ramas delgadas y bajas para impedir molestias, en unos casos objetivas, en otros no tanto, observamos como junto a los fragmentos amontonados, pasan desapercibidos sin apearlos de su alineación, pies secos o moribundos que son focos de enfermedades transmisibles a otros árboles del entorno y potencial peligro de desprendimientos o caídas.

Los árboles que presenten anomalías perceptibles de sequedad en sus ramas, deben ser podados de forma individualizada, actuando sobre su parte afectada únicamente, investigando a continuación la procedencia, tratamiento y posible curación. Si las patologías son generalizadas afectando al tallo, la solución más razonable es la tala rasa o apeo del árbol, el tocón resultante del corte suele presentar igual enfermedad, por lo que tiene que ser extraído entero del suelo y retirado del lugar, cuyo hueco deberá ser ocupado por otro ejemplar sano y con buen porte. En caso de no estar infectado y presentar retoños o tallos en su base, se dejara el más prominente que dará lugar a un nuevo árbol, aunque esta ultima solución ira precedida de un riguroso análisis, que descarte cualquier foco residual de enfermedad.

Desgraciadamente muchos casos ilustran nuestra observación, árboles secos, huecos o vanos sin reponer y tocones sin apear, muestran una desidia y abandono de nuestros paseos y alineaciones arboladas, que son elemento fundamental del paisaje cultural de Aranjuez. Ver ejemplos entre otros muchos, en C/ Sin Salida, Praderas, Lemus, prolongación de Caramillar o El Raso.

Ayuntamiento, Comunidad (IMIDRA) y Patrimonio Nacional deben implicarse de una forma mas decidida en la conservación de nuestro patrimonio natural, devolviendo sin fisuras a nuestras calles, paseos, caminos y sotos, el esplendor ornamental que siempre han conservado.