Ecologistas en Acción ha denunciado la autorización, por parte del Gobierno español, de proyectos de investigación y extracción de hidrocarburos incumpliendo la normativa Estatal y comunitaria referente a la protección de hábitats, así como la internacional sobre el Derecho del Mar.

Ecologistas en Acción advierte que las campañas de prospección sísmica son altamente dañinas para la fauna que utiliza las aguas del Archipiélago Canario y del Estrecho de Gibraltar como vía de paso en sus rutas migratorias, estando el Gobierno obligado a proteger estas rutas según lo acordado en la Convención sobre el Derecho del Mar de las Naciones Unidas.

Para denunciar e informar, en lo referente a, estos proyectos la organización ecologista ha elaborado un documento donde se recopilan las características de las actividades de prospección y extracción petrolífera, así como sus repercusiones sobre los ecosistemas presentes en el Mar de Alborán, Canarias y Asturias.

Los métodos sísmicos de prospección se realizarán mediante cañones de aire comprimido “Air-guns” capaces de generar ondas sonoras que definen la estructura del suelo y subsuelo marinos, estas ondas tienen unos niveles de intensidad (180-250 dB) intolerables para la fauna marina y pueden ocasionar varamientos de cetáceos.

Además, estos métodos sísmicos, pueden ocasionar daños sobre los recursos pesqueros presentes en las zonas afectadas por las prospecciones, ya que se ha podido observar, en estudios sobre campañas similares llevadas a cabo en el Mar del Norte, que los peces sufren cambios en el comportamiento y se han descrito lesiones en la vejiga natatoria, ojos, oído interno y línea lateral. Esto conformaría una nueva presión sobre pesquerías bastante mermadas como, por ejemplo, la de la anchoa.

En una segunda fase de los proyectos, se realizarían las perforaciones de los pozos, para ello se emplearían una mezcla de minerales y productos químicos, arrojándose directamente al mar los residuos procedentes de la perforación, de tal forma que en la mixtura con las arcillas del fondo se formaría un barro oleoso, el cuál, es mortífero para la fauna del fondo y, además podría sepultar hábitats sumergidos, de alto valor ecológico, como son las praderas de fanerógamas marinas y los bosques de algas pardas. Esta actividad produce efectos devastadores sobre aquello que se encuentra en un radio de 500 metros a la perforación y se pueden observar cambios sustanciales en un área de 20 kilómetros cuadrados.

En la fase de extracción del petróleo se liberan compuestos como metales pesados o hidrocarburos aromáticos que pueden llegar a la cadena trófica y por lo tanto al ser humano, provocando daños en la salud.

Ecologistas en Acción ha criticado la actitud del Gobierno español autorizando la realización de unos proyectos que ponen en grave peligro recursos altamente valiosos tanto desde el punto de vista ecológico como económico y cultural.