Ecologistas en Acción de Guadalajara ha presentado una denuncia por presunto delito ecológico por las obras de dragado y canalización realizadas en uno de los pocos ríos trucheros que existen en nuestra provincia. La actuación se ha llevado a cabo por la Comunidad de Regantes, con la autorización de la Confederación Hidrográfica del Tajo y con informe negativo de la Delegación de Agricultura, y podría haber incurrido en un presunto delito ecológico.

Dichos trabajos habrían ocasionado un daño irreversible a la población de truchas, puesto que el Río San Andrés en todo su curso y sus afluentes está delimitado como aguas trucheras por existir trucha común (Orden de 19/01/2010, de la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural, por la que se modifica la Orden de 14/11/1994 de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente). La actuación habría incurrido en varios artículos de la Ley 1/1992, de 7 de mayo de Pesca Fluvial de Castilla-La Mancha.

Las obras de dragado han acabado con decenas de árboles de ribera como chopos, álamos, sauces e importantes comunidades vegetales acuáticas, afectando asimismo a importante fauna asociada al ecosistema de ribera. Desde el punto de vista físico, el desequilibrio ha sido serio, la aceleración del flujo por liberación de obstáculos provocará un incremento de su energía en la zona actuación, y a su final o allí donde el río requiebre el correspondiente cuello de botella. Esto en la práctica significa que la probabilidad de desbordamiento para una misma descarga por tormenta es mayor, cuestión importante si consideramos que la actuación finaliza justo en las proximidades del casco urbano de Romanones.

La práctica totalidad de los ríos de poco caudal de la provincia presentan un cauce lineal resultado de una antigua estrategia cortoplacista y de una visión reduccionista y canalista de los ríos, aquella que valora al río como una mera infraestructura hidráulica, que naturalmente hace tiempo que fue desterrada de los libros de texto, sin embargo sus consecuencias siguen estando ahí. Desde Ecologistas en Acción de Guadalajara recomendamos a los profesores de primaria y secundaria de la provincia que, dentro de sus competencias enfaticen, más si cabe, la importancia que los ríos tienen para la sociedad desde todas las perspectivas posibles: abastecimiento, biológica, ecológica, afectiva, lúdica, cultural, geológica, agrícola, energética/industrial, deportiva, paisajística, riesgos naturales, etc. Esperemos que a largo plazo este tipo de actuaciones sin sentido alguno no lleguen ni a ser imaginadas.

Para Ecologistas en Acción, cualquier actuación sobre un río, antes de nada, tiene que cumplir los requisitos legales impuestos, y por el interés general, después tiene que tender a recuperar la sinuosidad natural que antaño le fue arrebatada y además, favorecer el desarrollo de una vegetación de ribera que en conjunto minimice la erosión del suelo, la evaporación del agua, su transporte junto al de los sedimentos que le corresponda, la laminación de avenidas y debe servir de auténtico corredor ecológico y nicho de vida natural, entre otras muchas funciones no menos importantes.