La valoración de la huelga general de ayer por parte de Ecologistas en Acción tiene múltiples facetas que arrojan un resultado de éxito moderado que se inscribe en un nuevo ciclo de luchas sociales ascendentes.

Para Ecologistas en Acción resulta evidente que la convocatoria ha sido notablemente más exitosa que la de la anterior huelga general a nivel estatal por cuatro razones principales. Por una parte porque el elenco de sindicatos y organizaciones convocantes fue mayor abarcando, si no a todo el arco de izquierdas, a casi todo. En consonancia, la amplitud territorial de la respuesta ha sido mayor, incluyendo a las distintas nacionalidades que conviven en el Estado español. Pero obviamente ha sido un éxito también en lo que concierne al seguimiento, como muestran indicadores tan claros como la bajada en el consumo eléctrico, los comercios con muy poca actividad (huelga de consumo), y los cierres en la industria, el transporte o el mercado mayorista. Finalmente, la huelga general ha supuesto un potente día de lucha en muy distintos aspectos (manifestaciones, piquetes, marchas ciclistas, comidas populares, pasacalles…) notablemente más concurridos, variados y numerosos que en la última convocatoria.

Sin embargo no se puede decir que la huelga general haya sido el fruto de un consenso social. Varios sectores abrieron de forma mayoritaria, destacando por su vistosidad el pequeño comercio y la banca. Otros se sumaron con timidez, como las administraciones públicas. Además, la movilización en la calle vino acompañada de una actitud muy agresiva en contra por parte de una parte de la ciudadanía. En resumen, la huelga ha resultado profundamente incomprendida para importantes sectores sociales.

Al calor de estos indicadores, Ecologistas en Acción califica la huelga general como un éxito moderado. La convocatoria ha aglutinado mayoritariamente a los sectores políticamente más organizados de la sociedad, pero no ha sido capaz de trascender más que parcialmente hacia otros que no lo están.

Estos datos concuerdan con los publicados por algunos medios de comunicación el domingo pasado, que mostraban una mayor polarización social entorno a la convocatoria de la huelga general. Una polarización que probablemente corresponde con las partes de la sociedad que se resignan a pagar el ajuste de las políticas de la gran banca y las inmobililiarias, frente a las que no. Sin embargo, estas medidas no son aceptadas por una amplia mayoría de la sociedad, como muestra otra encuesta publicada por el mismo diario el 24 de octubre.

En todo caso, para la organización ecologistas lo más importante es que la huelga se inscribe en un ciclo de movilizaciones al alza desde el nacimiento del 15M. La huelga general de ayer no es un hecho aislado y no debe leerse así, lo que sin duda es un problema para el Gobierno del PP.

Es más, la huelga general del 29M está en un contexto de movilizaciones de similares objetivos en el resto de países de la Europa mediterránea (y del resto de la UE). Estas movilizaciones están cada vez más conectadas, como lo atestiguan las convocatorias europeas para acciones y manifestaciones el próximo mayo, o la coordinación de las campañas por la auditoría a la deuda que se están desarrollando en varios países.

Por último, la organización ecologista quiere destacar que la huelga no ha sido solo contra la reforma laboral. Por ejemplo, las críticas a la UE han estado muy presentes, como también lo han estado los contenidos ambientales. Por ejemplo, si en la última huelga general los piquetes en bicicleta fueron una novedad, esta vez fueron un elemento utilizado de forma mucho más generalizada. Además, la llamada a una huelga de consumo fue explícita por muchas organizaciones y se expresó en una de las las consignas más coreadas a lo largo del día: “hoy no se trabaja, hoy no se consume”.