Los presupuestos del Estado para el año 2012 se presentan como el presupuesto más austero de la democracia. El recorte más drástico ha sido en el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, con una reducción del 54,4% frente a la media de 16,9% de reducción total de los Ministerios. El presupuesto pasa de 2646 millones de euros en 2011 a 1205 millones de euros en 2012, en lo que se refiere a la Ayuda Oficial al Desarrollo, las transferencias a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) pasan de 834 millones en 2011 a 240 millones de euros en 2012, con una reducción del 71% y es el recorte más importante realizado a la Cooperación Española en la historia. En términos porcentuales, estas reducciones suponen terminar el 2012 con un 0,23% del PIB a cooperación al desarrollo, muy alejados del compromiso adquirido sobre el 0,7% a la Ayuda al Desarrollo. De los 23 países miembros del Comité de Ayuda al Desarrollo, unicamente 5 países han sobrepasado el 0,7% del PIB en 2011. España se sitúa por debajo de la media (0,31%) y regresa en 2012 a los niveles adquiridos en 2005.
En momentos de crisis recordamos que existe una repercusión a nivel mundial mucho mayor para los países que de por si mantienen una economía empobrecida y que viven en una constante crisis sistémica. Para los países históricamente receptores de la AOD esto supone una desestabilización presupuestaria y por otro lado supone el fin de los procesos iniciados.

El incremento de la AOD no es suficiente si no viene acompañado de mecanismos de mejora en su uso y control. En 2011, se eliminan los créditos de Fondo para la Ayuda al Desarrollo FAD, creado en 1976 con el fin de apoyar a la internacionalización de la economía y empresas españolas y se sustituyen por el nuevo instrumento del Fondo para la Promoción y el Desarrollo FONPRODE, que al contrario que el FAD se trata de un mecanismo de asignación que por LEY es una ayuda no ligada y desvinculada de cualquier interés económico o comercial de las empresas españolas. Con los recortes actuales, este nuevo fondo no tendrá mucho futuro, pues pasa de 1095 millones de euros en 2011 a 300 millones de euros en 2012, con una reducción del 72.6%.

Se trata de un intento más de debilitar la política pública y los instrumentos de la Cooperación al Desarrollo, posiblemente para beneficio de la inversión privada española en el sector.

Si comparamos los recortes presupuestarios ; el presupuesto del Ministerio de Defensa ha pasado de 6929 millones de euros a 6316 lo que supone tan sólo una rebaja de un 8.8%. El presupuesto del Ministerio del Interior pasa de 7822 millones a 7485 con una rebaja del 4.3%. Supone junto al Ministerio de la Presidencia (-3.8%) el menor recorte hecho a un ministerio.

De tal forma que la bajada en 594 millones del presupuesto que se ha hecho a la AECID tan sólo significaría una rebaja porcentual adicional del 3% del Ministerio del Interior o un 6% del Ministerio de Defensa. O si comparamos el gasto público que se ha utilizado en los fondos de rescate a los bancos apenas representa una décima parte de la AOD. Pero para nuestro gobierno es más importante las armas, los uniformes y las porras que la reducción del hambre en el Mundo o la extensión de los Derechos Humanos económicos y sociales a nivel global.

Concluimos que la bajada en el presupuesto a la Cooperación al Desarrollo, que de por sí es un gasto mínimo en comparación con otros presupuestos, de ninguna manera supone un saneamiento en el déficit público del estado. Por lo tanto no se trata de una medida de control fiscal sino que los recortes a la Cooperación al Desarrollo son de una política ideológica que enmarca al gobierno actual bajo un incuestionable posicionamiento político anti solidario y de carácter nacionalista.