Ecologistas en Acción de la provincia de León presentó ayer una denuncia en el Cuartel de la Guardia Civil de Cármenes por usurpación de Camino Público, al no poder realizar libremente la excursión prevista a través del paraje conocido como “ Valle del Marques” por el camino que históricamente ha unido las poblaciones de Rodillazo y Correcillas.

Antes de presentar la denuncia los excursionistas extendieron una pancarta delante del vallado y se procedió a la lectura de un manifiesto.

Tras la valla se encontraban los guardas privados de la finca y diversos efectivos de la Guardia Civil, -que suponemos fue alertada por el propietario-. Como quiera que sólo se nos permitía traspasar la valla presentando cada cual su DNI; a sabiendas de que con anterioridad y en diversas ocasiones el propietario ha denunciado en los juzgados a las personas que se identifican, acusándolas de invadir su propiedad; Ecologistas en Acción decidió no pasar y denunciar lo que considera una flagrante apropiación de un bien de dominio público, por lo que se redactó “in situ” una denuncia que, siguiendo las indicaciones de los agentes de la autoridad, fue presentada en el cuartel de la Guardia Civil de Cármenes. La denuncia dará lugar a la incoación de las correspondientes diligencias en los Juzgados de León.

Al mismo tiempo, la asociación seguirá exigiendo a las administraciones responsables (Ayuntamientos de Carmenes y Valdepiélago) la recuperación de oficio del Camino Público y Bien Cultural que nunca debieron consentir que fuera usurpado por un particular y confinado en un coto de caza.


Manifiesto

En su ensayo, “Caminar”, de 1850 escribe Thoreau:

“De momento, por los alrededores, la mayor parte de la tierra no es propiedad privada; el paisaje no tiene dueño y el caminante disfruta de cierta libertad. Pero posiblemente llegará un día en que será troceada en zonas de recreo en las que unos pocos dispondrán de un placer limitado y exclusivo. Las cercas se multiplicarán […] y harán que caminar sobre la faz de la tierra sea interpretado como la violación de la propiedad de algún caballero […]. Aprovechemos pues nuestras oportunidades antes de que lleguen los días aciagos”:

Nos hemos reunido hoy aquí no sólo por el placer de disfrutar de la naturaleza entre amigos sino porque no queremos consentir que nos lo impidan, movidos por la indignación de constatar que el caciquismo que ha mantenido a este país siempre unas décadas por detrás del desarrollo social del resto de Europa, no sólo no remite sino que está perfectamente vigente, que un particular puede usurpar un camino público catalogado como bien arqueológico, y contar con el consentimiento y la dejación de funciones de las administraciones.

Ecologistas en Acción hemos solicitado a éstas que ejerzan sus competencias y reviertan la situación que se está planteando desde hace ya demasiado tiempo. En concreto:

Hemos requerido a los ayuntamientos de Cármenes y Valdepiélago, que exijan el respeto de la condición pública del camino, tal como se refleja en la certificación catastral actual, que caracteriza el camino como “Vía de comunicación de dominio público”. Para lo cual se ha solicitado que el camino sea inscrito, sino lo está ya, en el catálogo de bienes municipales, y que se consulte al registro de la propiedad si existe contradicción en los asientos para que en ese caso se inste a la justicia a que se lleve a cabo la correspondiente rectificación registral.

Hemos pedido a la consejería de Medio Ambiente, que ejerza sus competencias en relación al procedimiento de impacto ambiental y la Ley de patrimonio Natural y de la Biodiversidad, a causa del vallado cinegético y de la condición de espacio protegido de parte de los terrenos de la finca.

Olviden los presentes, sólo por un momento, lo que ocurrió en torno al Congreso de los Diputados el pasado 25 de septiembre e Imaginen que vivieran en una democracia real, en un verdadero Estado de derecho, en ese caso si un determinado día, hartos de la irresponsabilidad de sus representantes, decidieran reunirse frente a la sede desde la que ejercen dicha representación y reclamar esa responsabilidad, probablemente esos políticos saldrían a escucharles, discutirían con ellos los problemas que les acucian, tratarían de mejorar su trabajo, corregir los errores que han cometido y que han ocasionado esa reacción.

Imaginen por otra parte, que a un ciudadano cualquiera se le ocurre plantarse en medio de una calle, y decir: “Esta calle es mía, porque lo digo yo”, y para asegurarse de que se cumple su voluntad contrata a un abogado y a un matón para que amenacen a la gente que, como siempre ha venido haciendo, decide pasear por esa calle, que por cierto es de las más agradables de su ciudad. ¿Qué ocurriría en ese caso?, es de suponer que inmediatamente las autoridades corregirían dicho desvarío y la calle volvería a ser usada con normalidad.

A nadie más que a nosotros corresponde decidir en qué país queremos vivir. De un lado estaría la situación ideal que acabamos de describir, de otro lo que desgraciadamente ocurre hoy en día.

Hoy aquí estamos dando un paso pequeñito, pero un paso al fin y al cabo hacia el esclarecimiento de si este país sigue siendo propiedad de usurpadores impunes, o si efectivamente somos una democracia.

Así que… ¡A GALOPAR!

Ecologistas en Acción 7 de octubre de 2012