Los vertidos se localizan aguas abajo del Barranco de Guayadeque en zona cercana al Burrero en el término municipal de la Villa de Ingenio y tienen su origen en una desaladora que vierte al lecho del barranco la salmuera (electrolisis de cloruros alcalinos) consecuencia de los residuos de desalación.

Turcon-Ecologistas en Acción se pregunta si este proceso de captación de aguas del subsuelo tiene permiso, es correcto y se ajusta a la normativa el vertido de salmuera directamente al barranco. Muchos interrogantes que surgen y a los que intentan dar respuesta con un escrito remitido al Señor Jefe del SEPRONA de Las Palmas de Gran Canaria.

Sobre la problemática de la desalación

Las plantas desaladoras de agua salobre generalmente se nutren de acuíferos cuya calidad se ha ido degradando paulatinamente con su extracción para el riego. En general, la degradación de los acuíferos se debe al uso de fertilizantes nitrogenados y otros agentes agrícolas, infiltración de aguas residuales, disolución de terrenos salinizados, intercomunicación de diferentes acuíferos estratificados e incluso la intrusión marina en los acuíferos cercanos al mar. Desalar agua salobre permite a este tipo de aguas su uso agrícola e incluso humano, en general aguas de 4.000 ppm devuelven el rechazo en torno a los 16.500 ppm considerando una conversión media del 75% en este tipo de plantas. A la vez, es necesario informar de los diferentes vertidos:

  • Vertido directo a cauces cercanos. Es una solución común pero poco recomendable porque puede salinizar dichos cauces y los suelos adyacentes, afectando incluso a la población asentada aguas abajo de dicho cauce, así como a la flora del lugar.
  • Vertido al mar en el caso de cercanía al mismo. Debe estudiarse en cada caso ya que en este caso la salinidad es menor que la marina y puede afectar a la diversidad biológica en ese tramo costero.
  • Inyección en acuíferos más profundos incluso que el de aporte. Es una solución altamente peligrosa, ya que puede afectar a acuíferos cercanos y además los convierte en inservibles para su uso futuro.
  • Instalación de balsas de evaporación o incluso salinas para obtener sal. La extensión necesaria para este tipo de solución suele disuadir a los propietarios de las explotaciones, pero es de las más adecuadas aunque desaparece todo caudal posible de retorno a la cuenca hidrográfica.
  • Creación de colectores de vertido o «salmueroductos» que recojan los rechazos de una o varias plantas desaladoras próximas hasta el mar. Parece la solución más aceptable, aunque con coste algo superior a otras opciones.

Otros impactos y consideraciones finales

Las plantas desaladoras consumen gran cantidad de energía. Tanto si consumen energía eléctrica como si extraen energía térmica en el caso de una planta dual, las emisiones de CO2, NOx y otros componentes derivados de la combustión de estas centrales térmicas debe asociarse a la planta desaladora. Finalmente, también hay que destacar la contaminación acústica de una planta desaladora, que no suele mencionarse debido a su relativa lejanía de poblaciones y zonas habitadas. Pero debe tenerse en cuenta sobre todo en pequeñas islas o zonas con muy escaso terreno edificable.

Recientemente, hemos conocido que la sala de lo contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) rechazó el pasado 13 de junio un recurso de apelación interpuesto por Inalsa contra la decisión de paralizar los vertidos de salmuera en la central de desalación Díaz Rijo. De esta manera, la Justicia obliga a acabar con estos vertidos, algo que podría poner en peligro el suministro de agua potable, ya que «es materialmente imposible desalar sin verter salmuera».

En principio debe tener autorización del Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria (para la desaladora origen y autorización de conducción de salmuera) y de la Dirección General de Medio Ambiente por el vertido al litoral.

Por todo lo anteriormente expuesto este colectivo solicita la intervención del SEPRONA para clarificar estos hechos y efectuar la correspondiente denuncia en salvaguarda de los derechos que nos asiste, así como para recuperar la realidad física alterada de este paraje.