Telde: XVI Asamblea Federal de Canarias

Después de 2 años de nuestra última Asamblea, la Federación Ben Magec–Ecologistas en Acción, propone celebrar nuevamente al máximo órgano de la Federación para el mes de noviembre, la XVI Asamblea de Ben Magec–Ecologistas en Acción, algo que en sí mismo nos invita a reflexionar sobre la continuidad que ha tenido una organización como la nuestra, donde han participado decenas de colectivos y miles de personas contribuyendo al desarrollo de la conciencia ecologista en las islas, al impulso de acciones en defensa de nuestro territorio, nuestro medio ambiente y por una vida mas saludable, digna, justa y democrática y a cualificar el discurso ecologista sobre la base del estudio y la reflexión. Nos citaremos en Telde, como reconocimiento al colectivo Turcón- Ecologistas en Acción, que se ha convertido en uno de los grupos ecologistas más duraderos y activos del Archipiélago y que ha jugado un papel central en la historia de nuestra Federación.

I.- Ben Magec–Ecologistas en Acción ha transitado estos dos últimos años, poniendo las bases para superar la difícil situación económica y organizativa que atravesábamos. Algo que nos ha servido para alcanzar un importante nivel de corresponsabilidad colectiva, esfuerzo voluntario de muchas personas y un espíritu más democrático y participativo. Podemos decir que esos valores definen al grupo humano que hoy tira de la federación y que propone invitar, a través del proceso participativo de esta nueva Asamblea, a nuevos colectivos y a nuevas personas, especialmente jóvenes, a incorporarse a esta necesaria aventura.

En este tiempo, si bien algunos colectivos han bajado su nivel de participación, otros han redoblado sus esfuerzos, en particular colectivos señeros como Turcón o El Rincón en La Orotava, algo que afianza el sentido de federación, de autonomía de los colectivos, de implicación y extensión territorial de nuestras ideas y de nuestro trabajo. También hay que destacar, en el empeño de llegar a todo el Archipiélago, el trabajo voluntario, y continuado, de otros colectivos federados, como Guanil en Fuerteventura, Tagaragunche en La Gomera o La Centinela en La Palma y la colaboración puntual de algunos grupos de personas en islas como Lanzarote y El Hierro. Hay que destacar, también, el papel de un grupo de personas, que vinculadas o no a colectivos, han dedicado un esfuerzo extra a mantener e impulsar la federación, incluso restando tiempo y esfuerzo al trabajo en sus propios grupos y asociaciones como Ecologistas en Acción de Las Palmas y Tenerife o Acción en Red. En cualquier caso, el debate en las formas organizativas, sobre cómo mejorar éstas para que sean más eficaces, participativas y autónomas son, precisamente, temas de debate y reflexión en la próxima Asamblea. La dinámica abierta de nuestros Consejos Federales, han supuesto una rica experiencia en esa dirección.

II.- Este tránsito de dos años, ha servido para situar a Ben Magec–Ecologistas en Acción ante los profundos cambios que estamos viviendo. Cambios que están operado en distintas direcciones, algunas muy graves y preocupantes, pero también en direcciones esperanzadoras. No sólo estamos viviendo una de las peores crisis económicas, sociales y ambientales de las últimas décadas, sino también el despertar de nuevos procesos sociales, como el 15M, que mas allá de su continuidad y discontinuidad como movimiento activo, es ya un patrimonio colectivo que ha sembrado en la sociedad un inconformismo activo, crítico y consciente, abriendo nuevos caminos y nuevas demandas a la participación en los asuntos públicos, hasta hace poco tremendamente aletargados.

En cuanto a los cambios en sentido negativo, cabe citar la profunda crisis económica producida por un modelo desarrollista, despilfarrador, salvajemente egoísta y agresivo con los recursos colectivos, con el clima, el territorio, la biodiversidad y con el bienestar, la dignidad y las condiciones de vida de la mayoría de la sociedad. Un modelo, y una deriva del mismo, que esta castigando de manera salvaje a los sectores más desfavorecidos. Un modelo que propone, como solución y remedio a esta grave situación, muchas propuestas y decisiones que fueron, precisamente, las causas que generaron la crisis y lo que es peor, que son otra vez tomadas, y de manera impune, por los mismos responsables que la provocaron. Muchos de los delincuentes que nos han robado sin límite, siguen, insaciables, ocupando puestas de ministros, diputados, directores de bancos, empresarios sin escrúpulos y un ejército de vividores de la política y el engaño. Los responsables del puerto de Granadilla, del desfalco de Tindaya, de la desprotección legal de especies en peligro de extinción, de la destrucción de nuestra costa, de nuestro suelo rústico, siguen ahí, gobernando como si nada fuera con ellos.

Hoy están en juego una gran cantidad de logros y conquistas sociales y ambientales, que ha costado mucho esfuerzo conseguir. Hoy el eslabón débil para combatir la crisis no son los bolsillos de las grandes fortunas, ni las grandes empresas que contaminan y destruye nuestro territorio, sino los espacios naturales, la costa, nuestra riquísima biodiversidad, el aire, nuestra salud, la educación y la cultura.

El cambio climático avanza inexorable hacia un nuevo escenario para el desarrollo de la vida, que está dejando atrás muchos compañeros de viaje desde tiempo inmemorial. Planta, animales y ecosistemas que desaparecen, y que han formado parte de nuestra aventura colectiva y que esta afectando cada vez y de manera más grave nuestra calidad y nuestra seguridad de vida. Mientras nadie ya, con sentido común, niega dicha amenaza, nuestro ministro, el gobierno y empresarios sin escrúpulos, no dudan en prometernos como destino y como bienestar unas islas bajo el motor económico de los combustibles fósiles. Ahora que sabemos y padecemos las mareas negras en forma de piche en las costas o en forma de montaña de cenizas tras los incendios, debemos redoblar esfuerzos para frenar las pretensiones de quienes nos llevan al suicidio.

III. Pero pretendemos que nuestra Asamblea sirva para mirar este difícil presente, con ilusión y con esperanza. Debemos sacar enseñanzas positivas de la crisis, debemos buscar motivos y recursos innovadores frente a la impotencia. Si en la anterior Asamblea pusimos el acento en la necesidad de crear un discurso de reafirmación de alternativas frente a la falsa idea de asociar el ecologismo como los del «no», en esta asamblea queremos ir aún más lejos y hacer visibles alternativas concretas y reales.

Ahora que esta profunda recesión económica, esta estableciendo límites a aquél irracional crecimiento con que inauguramos el milenio. Ahora que aquellos desorbitados indicadores de consumo, derroche económico y transformación territorial se han frenado o han caído en picado, es hora de recordar e insistir en el discurso que hemos defendido en estos años, de que ese no era el camino y de que era necesario un nuevo modelo socioeconómico sobre la base de una nueva cultura en las actividades y las relaciones humanas, orientada al decrecimiento de muchos pilares de nuestras sociedades contemporáneas. La apuesta por una vida más austera, alejada del consumismo, responsable con el uso de los recursos, sobre la base de una economía sostenible y de rostro humano y en contra del despilfarro y el desprecio al territorio y la naturaleza, son consignas que hemos defendido desde el movimiento ecologista.

Es cierto que gran parte de esa conciencia de establecer límites no ha sido obra nuestra, sino de las duras circunstancias que estamos viviendo. Ahora bien, es imprescindible y creemos que una responsabilidad explicar esa idea de los límites desde la voluntad libre y colectiva de la ciudadanía y no desde la imposición salvaje y antidemocrática de quienes nos gobiernan y en gran medida son responsables de esta situación.

No hemos sido nosotras y nosotros quienes hemos parado carreteras o urbanizaciones, contra las que nos hemos opuesto, sino la realidad de una crisis que derrochó sin límites y ahora nos deja un paisaje más abandonado y degradado. Pero es ahora, en ese contexto, donde tenemos que multiplicar nuestro discurso y recordar que teníamos bastante razón. Es el momento de armar un nuevo discurso que vaya mucho más allá de Ben Magec–Ecologistas en Acción y conecte con otras aspiraciones y necesidades de la sociedad en la línea de definir el tipo de sociedad, de economía, de cultura que queremos, no sólo para salir de la crisis, sino, y sobre todo, para entrar en un mundo nuevo. Es hora de que ese proceso sea un ejercicio real de democracia, donde la voluntad de la gente impere frente a la degradación cada vez más preocupante de la política. Es hora de hacer ver que la naturaleza, el territorio, la biodiversidad, la calidad de vida y las relaciones humanas son lo verdaderamente importante frente al dinero y el egoísmo. Pero esas ideas, desde luego no tiene nada que ver con sus mensajes de ajustes y de recortes. Ellos ni se cortan ni se recortan. Para ellos el mundo gira dentro de sus carteras. A ellos no les importa que haya mundo después de ellos. A nosotras y nosotros sí, por eso tenemos que actuar.

IV.- Es el momento de introducir y extender la idea de una sociedad que planifique su vida desde las necesidades básicas y desde los recursos que realmente puede utilizar, de manera mas justa y solidaria y siendo conscientes de que la naturaleza no nos pertenece y en ella hay otros muchos inquilinos que tiene el mismo derecho que nostras y nosotros.

Ahora es el momento de ver y reconocer otra forma de vivir. No por imposición, sino elegida libre y conscientemente. Es el momento de observar y reflexionar sobre muchas experiencias que ya se abren camino. No se trata de entender el futuro como un escenario lejano. Nuestra civilización, al menos sobre la base tecnológica que ahora conocemos, va muy rápido y los cambios son muy profundos y dinámicos. Esto también se refleja en lo social y en lo cultural. Por eso apostar por un nuevo modelo implica apostar por una nueva forma de ser y de vivir. Es por eso que tenemos que observar con esperanza muchas iniciativas reales que hoy se abren paso aquí cerca y que desconocemos. Es hora de intercomunicar esas experiencias no sólo para fortalecerlas, sino para animar a generara otras nuevas, a crear redes que anuncien otros caminos.

Es la hora de recuperar el suelo rústico, impulsar la agricultura ecológica, la soberanía alimentaria, buscar otras formulas de consumo y ahorro energético, otras formas alternativas de intercambio, nuevas modalidades de transporte, de imaginarnos una nueva concepción del espacio y de los tiempos, potenciando lo próximo, recuperando lo lento, descubriendo nuevas formas de ser felices, desde parámetros mas libres y autónomos, fortaleciendo el conocimiento y el respeto a la naturaleza y la cultura que nos rodea, no en un sentido chovinista y localista, sino en el sentido de recuperar potencialidades, como nuestra biodiversidad que es un valor sobre todo universal.

Nos gustaría que la Asamblea sirva para abrir o extender esos caminos, muchos de los cuales ya son patrimonio de mucha gente y colectivos. Queremos que la Asamblea sirva también, entre otros cometidos, en un escenario y espacio de encuentro de esas múltiples alternativas que apuntan a otra forma de vivir.

V.- Pero en estos dos últimos años han ocurrido otros fenómenos sociales de gran envergadura y que quizás tengan una profunda dimensión histórica, pese a su discontinuidad y fragilidad. Nos referimos, entre otros, al fenómeno del 15 M. Aunque no nació de la nada, ya que existían múltiples iniciativas parciales y a pequeña escala, el fenómeno del 15M ha supuesto un acontecimiento de gran valor. Es decir, un hecho que lo podemos valorar de forma muy positiva y que genera sentimientos de esperanza. El hecho que cientos de miles de personas, sobre todo jóvenes, hayan tomado la calle, se hayan atrevido a alzar esas voces anónimas que venían concentrando descontentos en las esferas privadas, son un hecho de enorme trascendencia. Que buen parte de la juventud haya entendido que el profundo descrédito de la política no implica pasividad y nihilismo, sino compromiso y acción por recuperar lo público y la acción democrática directa, son fenómenos que hemos vivido y que en particular Ben Magec–Ecologistas en Acción vivió de manera muy activa en las diferentes islas.

Ahora bien, esas grandes movilizaciones no han tenido la continuidad deseada, la experiencia de extenderse por barrios y pueblos no ha tenido mucho eco. Han surgido diferencias lógicas, polémicas y se han visibilizado muchos vicios del pasado, encajados en esa idea de novedad y espontaneidad del movimiento. Frente a la idea que existía al principio, de que íbamos a asistir a un nuevo movimiento organizado y estable que desbordaría las viejas fórmulas organizativas, hemos visto que al final, han continuado existiendo y, en algunas ocasiones reforzándose, muchos ámbitos asociativos de larga duración, como es el caso de nuestra federación. Este hecho debe ser también un elemento de reflexión en nuestra próxima asamblea. Una reflexión que deberá contar con la opinión de muchos de los actores que han vivido este reciente fenómeno social, como un caso particular de un ciclo de protesta, que por su juventud aún no posee la profundidad y el tiempo suficiente para haberse convertido en un movimiento social autónomo, con identidad fuerte y objetivos bien definidos.

Por otro lado, no sabemos, tampoco, cual va a ser la deriva de las grandes movilizaciones sociales frente a la crisis, el objetivo de las importantes huelgas y manifestaciones que se anuncian y, sobre todo, hacia donde se canalizará el profundo descontento social ante las salvajes políticas de recortes de derechos laborales y sociales. Tampoco sabemos si existirá alguna relación estable entre la base social que generó el 15 M y la que participa de las convocatorias sindicales. Aunque hay algunas coincidencias y se han producido algunos encuentros en la acción, aún es pronto para tener respuestas seguras. Entre tanto, el movimiento ecologista no sólo no ha estado ajeno a estos fenómenos, sino que en ocasiones ha participado de forma muy activa. Esta claro que el discurso ecologista tiene mucho que decir en esta situación y que el movimiento ecologista tiene mucho que aportar para los futuros que deseamos.

El proceso de debate para esta Asamblea es un momento inmejorable para profundizar en estos temas y para reflexionar y orientar nuestro trabajo en los próximos años. Por eso creemos que es el momento de que esa reflexión y análisis sea lo más abierta y participativa posible, porque hay muchas personas y asociaciones que tienen la misma necesidad y demanda de respuestas. Nos gustaría que las ideas que saquemos de la Asamblea (lógicamente por lo limitado del tiempo, serán ideas que apunten caminos y líneas de actuación) sean producto de una reflexión mas allá de la federación. Hemos propuesto un diseño de proceso previo a la Asamblea que sirva para invitar a participar a distintos grupos y personas del Archipiélago conjuntamente con nostras y nosotros.

Aportamos, a continuación, las propuestas provisionales que hemos elaborado hasta ahora para ir conformando el diseño de Asamblea que queremos. A continuación de cada propuesta dejamos un espacio abierto de reflexión, para que se hagan aportaciones, tanto parciales como generales, a la dinámica de la asamblea, tanto a nivel de contenidos, como de organización y métodos de participación. Remitiremos este documento para que sea trabajado antes del Consejo Federal de comienzos de octubre, en donde cerraremos una propuesta más acabada y definitiva a partir de todas las aportaciones.

Objetivos de la asamblea

Orientar un discurso desde el movimeinto ecologista frente a la crisis: Se trata de reflexionar sobre la grave crisis económica, social y ambiental, aportando ideas y propuestas prácticas desde el movimiento ecologista frente a la misma.

• Trabajar en la profundización democrática de la sociedad, frente a la impunidad y el descrédito de la política, como soporte de cualquier vía alternativa a la crisis.
• Apostar por un nuevo modelo, frente al derroche, el crecimiento, el consumismo.. Apostar por una nueva cultura de la vida y las necesidades. Visibilizar alternativas concretas, fomentar redes,..

Reflexionar, en torno a las nuevas formas de participación y movilización, sobre el papel de Ben Magec–Ecologistas en Acción como referente organizativo. Debatir sobre la crisis de participación estable en los colectivos, especialmente la dificultad de renovarnos y de incorporar sectores jóvenes,

• Debatir sobre las organizaciones, la crisis de participación y continuidad.
• Reflexionar sobre los nuevos medios de comunicación, las redes sociales,
• Reflexionar sobre las nuevas iniciativas de acción y movilización (convocatorias por las redes, papel de las plataformas, acciones de desobediencia civil,..)

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