Las tarifas por actividad y valor catastral vulneran los principios constitucionales de igualdad y progresividad fiscal, y no contribuyen a la reducción y el reciclado de los residuos urbanos.

El BOP de Valladolid publica hoy la Ordenanza Fiscal de la nueva “Tasa Reguladora del Servicio de Recogida de Residuos”, a la que Ecologistas en Acción presentó alegaciones durante su exposición pública. Como ya se conocía, el Ayuntamiento opta por resucitar una tasa incorporada desde 1984 en el actual Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), sobre la base de tarifas vinculadas al uso, valor catastral y situación de los inmuebles de la ciudad, sin relación alguna con la producción real de residuos urbanos de cada uno.

Ecologistas en Acción considera absurdo que se pretenda cobrar la nueva tasa a los titulares de los inmuebles de Valladolid, independientemente del beneficio que obtengan del servicio municipal de recogida de residuos, incluso aunque no obtengan ninguno, como es el caso de los titulares de locales y viviendas vacíos. Ello al margen de que dicho servicio ya está siendo sufragado por los vallisoletanos a través del IBI, como se ha comentado, por lo que la nueva tasa debería acompañarse de la correspondiente rebaja de este impuesto.

Es sabido que las tarifas vigentes por la prestación de los servicios municipales de abastecimiento, alcantarillado y depuración de agua se establecen sobre la base del consumo efectivo de agua de cada inmueble. De manera análoga, los principios constitucionales de igualdad y progresividad fiscal exigen que la tasa de basuras tome en cuenta la producción efectiva de residuos como base imponible, así como la calidad de la separación en origen de los mismos. Sin perjuicio de que se pueda eximir o bonificar la tasa de aquellos ciudadanos con menor capacidad económica.

Se va dar así la situación injusta de que una gran superficie comercial pagará una cuota de hasta 126 euros al año, frente a los 50-60 euros que podrían corresponder a una familia media de cualquier barrio de la ciudad, o los 84 euros que pagará como máximo el residente más adinerado y derrochador de Valladolid.

Actualmente, existen sistemas eficaces de estimación de la producción de residuos urbanos de cada inmueble, como por ejemplo la recogida “puerta a puerta” de los mismos, que permite además evaluar si se realiza o no correctamente la recogida selectiva en origen. Numerosas ciudades europeas, entre las que destacan Berlín en Alemania o Turín en Italia, así como diversos municipios de Cataluña, el País Vasco y las Islas Baleares, han implantado sistemas de recogida puerta a puerta que, además de permitir una fiscalidad más justa, favorecen la reducción y el reciclado de los residuos urbanos.

En ciudades compactas como Valladolid, el sistema de recogida “puerta a puerta” sustituiría los contenedores en la calle en todos los casos posibles por pequeños contenedores individuales o comunitarios, situados en el interior de los edificios, que serían objeto de recogida separada (materia orgánica y resto) por el servicio municipal de limpieza. La cantidad generada por cada inmueble se obtendría por pesada directa o por estimación a partir de bolsas especiales para el depósito de los residuos, que deben adquirirse al municipio.

Por todo ello, Ecologistas en Acción demanda al Ayuntamiento de Valladolid que revise la Ordenanza Fiscal de la nueva tasa de basuras, favoreciendo la progresividad de las tarifas en función de la producción real de residuos a través de la implantación, en un principio de manera experimental, de sistemas de recogida “puerta a puerta” en aquellos barrios de la ciudad con condiciones urbanísticas más favorables a los mismos.