Ecologistas en Acción considera que la nueva subida prevista del transporte público a partir de febrero tendrá negativas consecuencias sociales, ambientales y económicas, como ya ocurrió con las fuertes subidas acumuladas en los últimos años y el tarifazo de 2012. Sin olvidar, además, que se produce después unos fuertes recortes de servicios. Los problemas de financiación provienen en buena medida de una nefasta política de grandes infraestructuras que luego no han tenido el uso esperado. La solución al déficit del transporte público pasa por la aplicación de mecanismos fiscales que graven el uso del automóvil –subvencionado durante años– e inviertan el dinero recaudado en equilibrar las cuentas del transporte público.

La Consejería de Transportes anunció ayer una subida media del 3% en las tarifas del transporte público madrileño. Para Ecologistas en Acción esta decisión es un grave error por los negativos impactos que provocará este nuevo encarecimiento del transporte público (TP). Esta nueva subida de precios ahondará en la pérdida de competitividad del TP frente al automóvil, incrementando el trasvase de usuarios hacia el coche.

En definitiva, continuará profundizando en los efectos iniciados con los recortes en los servicios y el tarifazo de 2012:

  • Económicamente será perjudicial: la disminución del uso del transporte público en beneficio del automóvil significa un mayor consumo de combustible fósiles y por tanto una mayor cantidad de recursos financieros destinados a sufragarlos. Asimismo, el menor número de usuarios del TP producirá una reducción en los ingresos a medio plazo.
  • Ambientalmente será perjudicial al acentuarse los problemas de contaminación del aire que ya sufre la Comunidad de Madrid.
  • Socialmente será perjudicial al acentuarse los problemas de contaminación acústica y siniestralidad que provocará un mayor uso colectivo del automóvil.
  • En términos de igualdad social, dificultará aún más la accesibilidad y posibilidad de transportarse a las personas con menores recursos económicos, en un contexto social en el que cada vez más sectores sociales ven reducidos o extinguidos sus ingresos.

Conviene señalar también, que los problemas financieros que enfrenta actualmente el sistema de TP de la Comunidad de Madrid han sido causados por la mala política de transportes seguida durante años por la Comunidad de Madrid. Una política basada en dos estrategias: el incentivo en el uso del automóvil –mediante la inversión de ingentes sumas de dinero público para la construcción y mantenimiento de infraestructuras de uso viario sin coste alguno para sus usuarios– y la construcción de costosísimas infraestructuras de TP (MetroSur, metros ligeros, etc.) en corredores en los que no estaba justificado y en los que habría resultado más barato y eficaz poner en marcha otros servicios, como las plataformas reservadas de autobuses.

Así, para Ecologistas en Acción la solución a los problemas de financiación del transporte público pasan por una reforma profunda del modelo actual, basada en dos premisas: incentivar el TP y los modos no motorizados (desplazamientos a pie y en bicicleta), y disuadir del uso del automóvil. Perjudicar exclusivamente al TP, como se lleva haciendo en los últimos años, es seguir apostando por un modelo de movilidad obsoleto y con graves perjuicios económicos, sociales y ambientales. Ecologistas en Acción propone justo la política contraria: la aplicación de medidas fiscales que graven la utilización del automóvil e inviertan estos recursos en potenciar y mejorar el sistema de TP y de los modos no motorizados. Y el abandono de las caras y contraproducentes obras de infraestructuras no justificadas con estudios serios de demanda.