Coincidiendo con la próxima cumbre de la Unión Europea en Bruselas, Ecologistas en Acción participará en las movilizaciones que del 11 al 16 de marzo se celebrarán en toda Europa.
Por la Europa de las personas contra la Unión Europea de los mercados
Defendemos una Europa donde se impongan los derechos de todas y todos frente a los intereses de los mercados. Un nuevo modelo decidido por la ciudadanía a través de la democracia directa, que ponga en el centro a las mujeres y los hombres. Que cambie competitividad por cooperación, individualismo por apoyo mutuo, opresión y patriarcado por igualdad, que haga efectiva la soberanía popular. Una Europa de las personas y los pueblos que se imponga sobre los mecanismos del egoísmo y el canibalismo económico.
Luchamos por la libertad contra la tiranía de falsas democracias y de un sistema económico que solo sirven para perpetuar las desigualdades y las injusticias. La Unión Europea no es un proyecto social, su fin último es aumentar la competitividad de los grandes bancos y empresas en los mercados mundiales, y con ello sus ganancias. La maximización del beneficio capitalista por encima de cualquier derecho social o ecológico. Por ello en Bruselas hay 15.000 lobbistas, y la gente de la banca se coloca en altos cargos en los gobiernos nacionales y en las cúpulas de organismos como el FMI o el BCE. Por ello los presidentes y ministros acaban en los consejos de administración de estas empresas y bancos.
Las políticas europeas y nacionales son diseñadas por el Consejo Europeo y la Troika, formada por instituciones no democráticas (Comisión Europea, Banco Central Europeo y FMI). Los tratados y pactos europeos son firmados por los jefes de estado sin consultas a la ciudadanía. Los Tratados de Maastricht y Lisboa, el Pacto por el Euro, el Pacto Fiscal, el MEDE… son los acuerdos que imponen la reforma laboral, los recortes en prestaciones y servicios sociales, la privatización de empresas y servicios públicos, el aumento de los impuestos a las clases medias y bajas, las ayudas a la banca con dinero público, la priorización en el pago de la deuda ante cualquier gasto social, o la propia pérdida de soberanía a favor de la Troika.
No queremos una UE que oprime a las personas y explota los ecosistemas en beneficio de unos pocos; que controla a la ciudadanía por medio de la manipulación de los medios de información y la represión policial; que con tratados de libre comercio, supuestas ayudas a la cooperación e intervenciones militares apoya dictaduras, apartheids y ocupaciones, y abre brecha para que las transnacionales expolien a pueblos enteros y sus recursos. No queremos esta UE legitimada por gobiernos contrarios al pueblo y la democracia.
Hacemos un llamamiento para que la lucha por los derechos y libertades de las personas y los pueblos sea una lucha abiertamente antifascista. Porque ante esta dictadura económica que sufrimos se presentan como alternativas otros fascismos políticos, que en estos tiempos de crisis arraigan en toda Europa bajo discursos populistas y salvadores que esconden viejas formas de opresión.