Las principales organizaciones ecologistas españolas Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife, WWF/Adena y Amigos de la Tierra,, critican el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte que hoy presenta el Gobierno. Sin embargo, reconocen que ha habido algunas mejoras con respecto al documento presentado en diciembre pasado, tras el periodo de alegaciones al que se ha sometido.

El Gobierno presenta hoy el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte, PEIT, que va a ser desarrollado por el Ministerio de Fomento, en el que se delimitan las inversiones en esta materia hasta el año 2020. El Plan contempla un altísimo presupuesto, más de 240.000 millones de euros (nada menos que 7.300 millones de pesetas diarios desde ahora hasta finales de 2020), por lo que su influencia sobre el medio ambiente y el territorio será descomunal.

Entre las medidas que reivindicaban las organizaciones ecologistas y que han sido tenidas en cuenta en el Plan que hoy se presenta, destacan dos. La primera es el compromiso de evaluar de forma previa la repercusión de las nuevas infraestructuras de transporte sobre la Red Natura 2000. La segunda es una modificación en la planificación temporal, de modo que las medidas más interesantes desde el punto de vista ambiental no quedaran relegadas a los últimos años de vigencia del PEIT.

Pero, a juicio de las organizaciones de defensa de la naturaleza, el PEIT aún adolece de graves problemas para ser compatible con un transporte sostenible. Los puntos más relevantes de esta incompatibilidad ambiental son, también, dos: el hecho de que no permitirá cumplir con el Protocolo de Kioto y de que nos convertirá en el país europeo con más kilómetros de autovías y autopistas por habitante, por vehículo y, también, en términos absolutos.

Efectivamente, el PEIT aprobado sigue recogiendo la construcción de 6.000 km de autovías y 9.000 km de líneas de alta velocidad ferroviaria. Sin embargo, España es el segundo país europeo con más kilómetros de autovías y autopistas (sólo superado por Alemania, con apenas 600 km más, por lo que lo rebasaremos en breve) y el primero en términos relativos en número de kilómetros de autovía por vehículo o por habitante. Además, la gran mayoría de las nuevas autovías previstas en el PEIT se construirán en itinerarios que no llegan ni a los 5.000 vehículos por día, cuando los manuales señalan como razonable el desdoblamiento de una carretera a partir de los 10-15.000 vehículos día.

En cuanto al ferrocarril, se opta por gastar el 32,4% del presupuesto total del PEIT en la construcción de 9.000 km de nuevas vías de alta velocidad, cuando sería mucho más rápido y rentable -y mucho menos problemático desde el punto de vista ambiental- acometer una mejora sustancial sobre la base de la red ferroviaria existente.

El PEIT dificultará mucho la lucha contra el principal problema ambiental al que se enfrenta la Humanidad: el cambio climático. El propio Informe de Sostenibilidad Ambiental que se ha realizado sobre el PEIT, reconoce que el objetivo planteado por el Gobierno de “disminución de las emisiones (de CO2) en 2012 hasta los niveles de 1998”, no va a alcanzarse.

Y no es de extrañar que así sea: en 1998 había 9.649 km de autovías y autopistas, mientras que en 2012, si se cumplen las previsiones del PEIT, tendremos 17.450 km (15.000 km estatales y 2.450 km ya existentes de las Comunidades Autónomas). Si a esto le añadimos que la carretera es la responsable del 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero relativas al transporte, es fácil ver hasta qué punto es contraproducente esta enorme construcción de autovías para limitar las emisiones de CO2.

En resumen, las organizaciones ecologistas valoramos positivamente que, por primera vez, el proceso de elaboración de un plan tan importante como el PEIT haya sido participativo y que algunas de nuestras peticiones hayan sido atendidas. Sin embargo, consideramos muy negativo que no se haya dado un giro a la política de transportes hacia su sostenibilidad y que se siga fomentando y financiando principalmente los medios de transporte menos respetuosos con el medio ambiente. Así mismo denunciamos el mantenimiento de algunas infraestructuras heredadas de gobiernos anteriores y que ya se han demostrado altamente negativas para el medio ambiente.