Ecologistas en Acción ha presentado varias sugerencias a la aprobación inicial de la ordenanza sobre la protección y fomento de la palmera datilera en Abarán, que actualmente se tramita en el Ayuntamiento de esta localidad, cuyo documento ha estado expuesto a información pública durante un mes.

El escrito destaca como uno de sus puntos fundamentales el tema del encapuchado de palmeras para la explotación de la palma blanca utilizada en domingo de Ramos. La asociación ecologista considera que la ordenanza debe prohibir expresamente el encapuchado para la obtención de esta palma. El daño que pueden llegar a sufrir las palmeras, cuya población de ejemplares adultos no es muy numerosa en el municipio, junto con la situación actual de amenaza que supone la plaga de Picudo Rojo, hacen desaconsejable esta práctica, que tampoco es una actividad tradicional en el municipio de Abarán, pues de hecho ni se lleva a cabo. Estos motivos, unidos a la dificultad para determinar si se realiza o no en pies machos, los únicos que permite la norma, hacen que esta actividad carezca de justificación y lo más conveniente sea su prohibición, al menos en el interior del Valle de Ricote, tomando como ejemplo la medida tomada en otros palmerales emblemáticos, como en Elche.

En las sugerencias se pide además, priorizar la realización del Censo de Palmera datilera en el término municipal, que se excluya de la ordenanza la protección de la especie Fenix, es decir la Palmera Canaria, por ser precisamente uno de los vectores de expansión del Picudo rojo. También se recuerda que los palmerales de Phoenix están incluidos como hábitats de interés comunitario por la Directiva 92/43/CEE del Consejo, de 21 de mayo, “sobre la conservación de hábitats naturales y de la flora y fauna silvestre”, así como que se contemple la posible existencia de Phoenix iberica, descrita y citada por algunos autores como una especie autóctona.

Por último, se proponen una serie de medidas concretas. Por un lado, para fomentar la expansión de los palmerales de Phoenix dactylifera, para lo cual sugieren que el Ayuntamiento utilice la Palmera datilera en jardinería, huertos municipales y restauraciones ambientales, que facilite planta autóctona a agricultores y particulares para garantizar la regeneración de la especie o que realice campañas sobre buenas prácticas en el cultivo, mantenimiento y aprovechamiento de los frutos.

Por otro lado, para que la ordenanza sea más útil en sus fines, piden incorporar en algún punto la colaboración de las asociaciones y colectivos sociales, que se contemplen mecanismos de custodia del territorio, que se celebre anualmente el día del árbol y se registren las palmeras que por sus características pudieran catalogarse como “singulares”, o que se cree una red de trampeo del Picudo rojo.