Ante la proliferación en nuestro territorio de Aranjuez, del uso con toda probabilidad, de un potente y toxico herbicida como el glifosato, debieran encenderse todas las alarmas, por los problemas asociados sobre el medio ambiente y la salud humana que provoca.

Existen organismos como RENFE-ADIF que llevan tiempo practicando el control de hierbas comunes (adventicias), en su trazado ferroviario con productos herbicidas, también se observa su utilización en carreteras con importante flujo de vehículos y posiblemente en otros lugares así como en menor medida en la agricultura. Cualquiera de estos supuestos de utilización, tienen en común su alejamiento de los núcleos de población.

Para realizar los adecuados tratamientos fitosanitarios para el control de plagas, enfermedades y hierbas adventicias, de acuerdo con lo establecido en la Reglamentación Técnico-Sanitaria aprobada por el Real Decreto 3349/1983 de 30 de noviembre y modificaciones posteriores; debiera ser obligada, la aplicación de métodos de lucha biológica (feromonas, Roteone, Piretrinas, el Bt, etc), así como el manejo de medios manuales y mecánicos.

En caso de dudosa eficacia ante la virulencia en determinadas plagas, o con fundamento probado, hubiera lugar a la implementación de insecticidas de síntesis (es decir químicos), mas tóxicos y agresivos a la flora y fauna, incluso con posible afección a la salud de los ciudadanos; estas formas de lucha, deberán seguir un estricto protocolo y condiciones (atmosféricas, dosis, principio de la invasión, etc) para evitar la dispersión de los productos, sobre áreas distintas de las que son objeto de tratamiento, informando de forma efectiva a los ciudadanos de las medidas de protección.

En 2012 científicos europeos del grupo de Acción sobre Pesticidas Sistémicos, de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza UICN asociaban la disminución catastrófica de abejas, mariposas, escarabajos y hormigas en el continente europeo a la utilización de algunos tipos de insecticidas más utilizados, por lo que alertaban sobre su peligrosidad. Con estos comentarios pretendemos llamar la atención sobre la exposición, a numerosas sustancias químicas toxicas, que debieran restringirse al máximo su utilización o sencillamente prohibir muchas de ellas.

Ecologistas en Acción tiene sobrada constancia del uso masivo actual, de herbicidas en el entorno urbano y peri urbano de nuestra ciudad, que no se daban en otras épocas, al menos con la intensidad aplicada este otoño-invierno, en zonas de amplio trasiego humano y mascotas, poniendo en evidencia una clara irresponsabilidad de sus autores, que implican a tres administraciones publicas, Gobierno Municipal, Comunidad de Madrid y Patrimonio Nacional.

Desconocemos la justificación de tales practicas, muy nocivas para la buena salud del suelo, produciendo daños ambientales importantes derivados de su uso, dado que afectan a todas las plantas, algunas de ella en peligro de extinción, recogidas en listados de especies amenazadas como Cynara tournefortii en la provincia de Madrid.

La flora arvense y ruderal forma parte de un rico ecosistema natural, aisladas en refugios de biodiversidad como cunetas y borduras; las mas sensibles a las alteraciones de su hábitat están desapareciendo y con ellas toda su fauna asociada, entre los que se encuentran insectos polinizadores, sin duda, el toxico glifosato esta detrás de todo ello.

Prácticamente todas las cunetas, bordes en caminos históricos, canales y caceras del entorno del Cortijo de San Isidro, están afectadas por esta “química herbicida”, así como, los paseos en la zona de Legamarejo incluida en el “supuesto paisaje cultural”, el culon de la Ría en el Raso de la Estrella, el Pinar junto a la zona de esparcimiento canino y otros muchos lugares. Los perros comen hierbas para purgar su organismo, cabe esperar que sean suficientemente selectivos con su esporádica dieta, de lo contrario… Si lo que se persigue es prevenir incendios, una vez seca la hierba en periodo estival, lo cierto es, que muy pocas zonas pudieran suponer cierto peligro de propagación, en tal caso, la siega mecánica seria la solución.

El gran desarrollo de los árboles se debe, principalmente, a dos factores esenciales: el agua y el suelo. Nuestros sotos se han caracterizado en el riego por gravedad a través de caceras, un dato que muchas veces pasa desapercibido, es el coste energético nulo. El suelo a su vez, es de muy buena calidad, debido a su composición y alto contenido en flora microbiana, que posibilita el buen desarrollo del sistema radical del árbol. El uso de herbicidas incide negativamente en esos micro-organismos, que se desarrollan en el suelo y conforman el humus vegetal, tan necesario para la absorción de nutrientes. Debería prohibirse el uso de herbicidas en las zonas correspondientes a los paseos y sotos de Aranjuez incluidas en la declaración como » Paisaje Cultural » por razones obvias ¿Cómo es posible ver gran parte de la cubierta vegetal de las calles quemadas por los venenos?

Hace años se celebraron unas jornadas sobre los árboles viejos en Aranjuez. En una ponencia que trataba sobre la importancia del suelo, mostraron unas diapositivas donde aparecía una piara de cerdos, comiendo en una parcela que había estado cultivada de cereal con tratamiento de herbicidas. La parcela se encontraba dividida por un camino interior. Tras permanecer en barbecho durante unos años, desapareció el camino, pero curiosamente, el único sitio donde pastaban los cerdos, era la trazada del viejo camino, precisamente aquel, que no fue rociado con herbicidas.
Que desagradable sensación, ver las plantas abrasadas (amarillas) cuando paseamos por las calles, más en esta época del año, donde empieza la brotación y la cubierta vegetal está completamente verde.

Este grupo ecologista no acierta en comprender, el criterio que rige a las administraciones, en utilizar estos medios agresivos, junto con otros mecánicos de tractor con cortadera, incluso comprobamos que se empieza a utilizar el empajado en pequeños taludes de cunetas (capa superficial de paja mullida y bien madura, que evita el ascenso del agua por capilaridad, limitando el crecimiento de hierbas, antaño se decía “una binadura vale mas de dos riegos”), entonces ¿Por qué en ciertos lugares se emplea la sensatez y en otros la imprudencia para tratar el mismo asunto?

El glifosato es el “principio activo” del RoundUp, el herbicida mas usado en todo el mundo y propiedad de la conocida multinacional Monsanto, según la cual, el uso de su producto no es perjudicial para la salud y el medio ambiente. Estudios de toxicidad independientes de los fabricantes demuestran que el glifosato, en dosis muy inferiores a las que maneja cualquier jardinero, provocan diversos tipos de cáncer, esterilidad, abortos no deseados (en Estados Unidos, las mujeres agricultoras sufren el doble de abortos involuntarios que el resto de mujeres). Son especialmente sensibles las embarazadas y los niños. La práctica de deportes, o el simple paseo por el campo en zonas recientes fumigadas, resultan actividades sumamente delicadas para la salud.

En cualquier caso, solicitamos la prohibición del uso de herbicidas, sea cual sea su nombre comercial, que contengan el principio activo N-fosfonometilglicina, C3H8NO5P, CAS 1071-83-6 (glifosato)