El Ministerio de Medio Ambiente ha modificado el proyecto de nuevo puente sobre la Bahía de Cádiz, que ya cuenta con Declaración de Impacto Ambiental positiva, para intentar justificar ahora un dragado de casi 2 millones de m3 de fango y arena, para emplazar un tramo móvil (giratorio) del puente. De esta forma, se crearía un nuevo canal de acceso de 2.400 metros de longitud para que los barcos pudieran pasar bajo un gálibo de 66 metros.
Ecologistas en Acción manifiesta su más firme oposición a esta faraónica infraestructura, que va a representar un coste enorme, con impactos ambientales muy fuertes y, sobre todo, va a agudizar los problemas de acceso del tráfico a Cádiz.
Tanto el Plan de Ordenación del Territorio de la Bahía de Cádiz como el Plan Intermodal de Transporte contemplan el tercer acceso como una solución en 2º término, que debería llevarse a cabo sólo cuando las alternativas de transporte intermodal, potenciación del transporte público, aparcamientos disuasorios, líneas marítimas, tranvías,… demostraran ser insuficientes. Sin embargo, se invierten las prioridades y sin garantizar las alternativas de los dos planes, se fuerza de forma injustificada el nuevo puente al servicio del vehículo privado.
La solución ferroviaria en este nuevo puente queda postergada, no se garantiza la acogida del nuevo tráfico motorizado que llegará al casco urbano de Cádiz, se incrementan las emisiones de gases de efecto invernadero de forma temeraria y se da otra vuelta de tuerca más al servicio del modelo insostenible de transporte que padecemos: el que genera contaminación, ruido, accidentes, despilfarro energético y desequilibrio territorial.
Un paso en falso en definitiva que, a falta de genuino debate ciudadano, está ofertando soluciones equivocadas a los gaditanos.
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