Después de que Bruselas rechazara una prórroga para seguir superando límites de contaminación del aire, el consistorio tergiversa la decisión.

La reacción del Ayuntamiento de Madrid ante la decisión de la Comisión Europea intenta lo imposible: dar una lectura positiva a una noticia pésima. Después de que Bruselas comunicara la denegación de prórroga para seguir excediendo los límites de dióxido de nitrógeno en el aire de la ciudad, el consistorio ha presentado una interpretación tremendamente forzada que trata, en vano, de ocultar que las cosas se han hecho muy mal desde hace mucho tiempo. La respuesta es decepcionante y cínica, a juicio de Ecologistas en Acción.

Dice el Ayuntamiento que la Comisión reconoce que la petición de prórroga se ha presentado en tiempo y forma y que fue acompañada de un plan de calidad del aire que cumplía los requisitos establecidos en la Directiva 2008/50/CE. La Comisión en realidad habla de requisitos “formales”, calificativo que el comunicado hábilmente omite. Que se presentara un plan, no convierte evidentemente en válido el contenido de dicho plan. Esgrimir además como uno de los escasos logros el haber identificado correctamente las fuentes originarias de la contaminación dice más bien poco a favor de la seriedad con la que el Gobierno municipal se toma el asunto.

Además, la razón esgrimida por el Ayuntamiento para no cumplir en 2010 los límites máximos de dióxido de nitrógeno fijados a partir de ese año por la legislación europea es una perogrullada. Reconoce que no fue posible cumplir con los valores límite porque las emisiones fueron mayores de lo previsto. Evidentemente no puede ser de otra forma. Lo cierto es que la razón que ha conducido al incumplimiento, es que el Ayuntamiento que es conocedor desde el año 1999 (año de aprobación de la directiva) de que en 2010 tenía que estar por debajo del valor límite, no hizo nada importante para reducir la contaminación del tráfico en la ciudad. Mientras otras ciudades empezaban a tomar medidas como el establecimiento de peajes de acceso al centro, sacar los vehículos más contaminantes de la ciudad, peatonalizaciones, etc. Madrid dilapidaba sus fondos presentes y futuros en ampliar el viario para los coches con obras faraónicas como la de la M30, una infraestructura que en parte es responsable de que a Madrid entren más de 1 millón de vehículos diarios.

El Gobierno municipal se queja de que los límites son muy estrictos. En realidad son los límites que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera seguros para garantizar la protección de la salud humana. Porque quizás es necesario recordarle al Ayuntamiento que en Madrid fallecen cada año 2000 personas de forma prematura por culpa de la contaminación atmosférica.

El Ayuntamiento insiste en que el Plan de Calidad del Aire (2011-2015) es un instrumento válido para conseguir a 31 de diciembre de 2014 cumplir con los límites de NO2. No lo es. Lo acaba de decir ayer la Comisión Europea aunque parece que no se han enterado. Tristemente esto parece indicar que no van a tomar medidas adicionales. Ecologistas en Acción considera que los madrileños se merecen un aire limpio y que con este consistorio no lo van a tener.

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Decisión de la Comisión rechazando la prórroga

Osadamente, el Gobierno municipal concluye por otra parte, que la Comisión “reconoce que el Ayuntamiento de Madrid hizo los esfuerzos para cumplir en el 2010”. A la literalidad de la carta nos remitimos para concluir que la Comisión Europea no reconoce ningún esfuerzo sino que simplemente informa de que “se adoptaron planes de calidad del aire para combatir las fuentes de contaminación” lo cual nuevamente no es más que el cumplimiento de una mera formalidad, sin ello significar que como fruto de esos planes se hicieran esfuerzos reales. Es más, como continúa la carta, “a juicio de la Comisión, lo más probable era que, pese a las medidas de reducción de la contaminación adoptadas…. no se alcanzara el cumplimiento de los valores límite de NO2 para el 1 de enero de 2010”.