La práctica totalidad de las estaciones de la red de la Comunidad de Madrid registraron altos valores de ozono troposférico el día de ayer. De un total de 23 estaciones de esta red, 19 superaron el Umbral de Protección de la Salud, de acuerdo a los valores límites que marca la Organización Mundial de la Salud.

El ozono troposférico, u ozono “malo” no proviene de ningún punto fijo de emisión. Su origen está en la acción solar sobre otros gases contaminantes, en especial los procedentes del tráfico, sobre todo de vehículos diesel. Por ello, en una región donde la movilidad es francamente insostenible, en el verano, cuando más aumenta la insolación que favorece la formación de ozono, siempre hay situaciones de altos niveles.

En particular, ayer 19 estaciones de la Comunidad de Madrid superaron el Umbral de Protección de la Salud, que fija la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según la normativa vigente, más tolerante, esta cifra reduciría a ocho estaciones las que lo superaron durante la jornada de ayer. Efectivamente, la legislación dice que no se debe superar los 120 microgramos de ozono por metro cúbico de aire durante 8 horas más de 25 veces al año. Ya ha empezado el contador para ir sumando estas 25 superaciones posibles según la ley.

Solamente las estaciones de Coslada, Leganés, Rivas y Collado Villalba quedaron debajo de esos parámetros recomendados por la OMS. Estos límites tratan de evitar daños a la salud de las personas, aunque el ozono también afecta a los edificios, monumentos y la vegetación –incluido en este aspecto la fuerte afección a las cosechas y producción agrícola en general– dada la fuerte acción oxidante de este contaminante.

La situación se irá repitiendo a lo largo de todo el verano mientras que la acción de los rayos solares mantienen su intensidad. La Comunidad de Madrid, foco de emisión de contaminantes precursores de ozono troposférico, también actúa como “exportadora” a zonas y provincias limítrofes: Guadalajara, Toledo, Cuenca…