Crónica de una lucha.

José Trujillo Martínez, Coordinador Ecologistas en Acción de Jerez. Revista El Ecologista nº 79.

Después de casi 30 años de lucha ecologista por salvar la Laguna de Los Tollos, que ha sido víctima de una explotación minera desde 1976 hasta 1997, el pasado verano se iniciaron los trabajos de restauración. Contamos aquí la historia de este espacio.

La mayor parte de la Laguna de los Tollos pertenece al término de Jerez (Cádiz) aunque físicamente se encuentra junto al municipio de El Cuervo (Sevilla). Está considerada como la tercera en importancia de las existentes en la actualidad en Andalucía por su extensión, de más de 80 hectáreas, por la importancia numérica de algunas especies (de cerceta pardilla, en 1973, se contabilizaron hasta 50 individuos) y por la variedad de especies amenazadas que pasan por ella (eran habituales la focha cornuda, el tarro canelo o el porrón pardo), siendo además zona de invernada y lugar estratégico para las aves migratorias que realizan el paso de Europa a África. También, es indiscutible la importancia que tiene para el flamenco como lugar de reposo en sus traslados diarios desde Fuentedepiedra a Doñana.

El declive de la laguna comienza en 1976 con la concesión de licencia de explotación a cielo abierto a una empresa minera en el propio espacio lagunar. El interés de la explotación era sacar del fondo de la laguna, a una profundidad de unos 20 o 25 metros, un tipo de arcilla compuesta por silicato de magnesio-aluminio de alto poder absorbente conocido como “atapulgita”. El destino final de estas arcillas, una vez tratadas, era ponerlas en el mercado para controlar los orines de los animales de compañía.

El destrozo que se iba produciendo era alarmante, no solo por la propia actividad de la explotación minera, sino también por la actividad de la maquinaria pesada y el tránsito permanente de camiones de gran tonelaje.

Empieza la contestación

En nuestra provincia los primeros grupos conservacionistas comienzan a surgir a comienzos de los años ochenta. Antes, la contestación o denuncia de estas actuaciones era nula, máxime teniendo en cuenta que la Laguna de Los Tollos carecía de cualquier figura de protección. Fue en 1986, a raíz de la creación de la Federación Ecologista Pacifista Gaditana, que agrupaba a la gran mayoría de los grupos ecologistas de la provincia, cuando comienza a denunciarse el atentado que se está cometiendo y se solicita a las administraciones la inclusión de la laguna en el Inventario de Espacios Protegidos de Andalucía.

En 1994 un informe interno de la Agencia de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía denuncia que la cantera ocasiona graves daños ecológicos en la Laguna de los Tollos. Dicho informe recomienda paralizar la actividad extractiva e iniciar un estudio para recomponer la superficie afectada. Basándose en estos argumentos, ecologistas y vecinos de El Cuervo piden protección para los Tollos. La Asociación Jerezana Ecologista Albariza (AJE Albariza) presenta en el Ayuntamiento de Jerez una moción, que será apoyada por IU, donde pide la paralización de las actividades extractivas, la realización de un estudio para restaurar la laguna y la inclusión de Los Tollos en la ley de Inventario de Espacios Naturales de Andalucía, bajo la figura de reserva natural. En apoyo a estas peticiones se convoca en El Cuervo una marcha en defensa de la Laguna de los Tollos organizada por varias asociaciones a la que asisten más de 400 personas (después vendrían dos protestas masivas más, en el 95 y el 96).

Tras la aparición en los medios de comunicación de las acciones realizadas, en marzo de 1994 el titular del juzgado de instrucción nº 2 de Jerez abre diligencias contra la empresa Hefran que explota la mina, por un posible delito ecológico en Los Tollos y AJE Albariza se persona en el expediente como acusación particular. Para personas muy nuevas en estas lides suponía una decisión valiente ya que era el primer encuentro con los temas judiciales y supuso un coste económico bastante considerable.

Lamentablemente, a pesar del magnífico trabajo realizado por el juez en la instrucción del caso, el titular del juzgado que recibe la denuncia determina el archivo del expediente. Fue una frustración muy fuerte que nos dejó impactados.

Respondiendo a una petición de AJE Albariza a través de la CODA, más de 50 organizaciones ecologistas de toda España piden al entonces Consejero de Medio Ambiente andaluz la protección legal de la laguna y Los Tollos fue incluida en el año 99 en la Red Natura 2000.

Se paraliza la explotación

Un momento clave para la recuperación de la laguna fue diciembre de 1997 cuando el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía dicta una sentencia en la que echa una reprimenda importante al Ayuntamiento de Jerez por no haber paralizado la explotación minera ya que carecía de la oportuna licencia municipal, requisito indispensable según los jueces. La explotación minera quedó paralizada y la empresa que tanto daño había hecho al ecosistema, se retiró sin realizar ningún tipo de restauración.

Con el paso de los años el espacio de la laguna quedó en estado de abandono, y se produjeron otras agresiones diversas: expoliación de huevos y crías de aves, matanza de aves protegidas que nidifican en la laguna, circulación de vehículos todo terreno por el vaso de la misma, corte de arroyos que le aportan agua, instalación de un tiro al plato en la propia laguna y caída de los perdigones en las cortas mineras que se encuentran llenas de agua del manto freático…

En octubre de 2002 se inician los trámites para deslindar la vía pecuaria Cañada Real de la Divisoria y Las Ventas que linda con la laguna y que está en parte usurpada por personas muy significativas de la población de El Cuervo para construir viviendas ilegales. Además es roturada y cultivada de forma permanente favoreciendo la colmatación de la laguna. La resolución del deslinde se publica en BOJA en junio de 2004 pero, a pesar de los años pasados y de las peticiones que de forma insistente hemos realizado, aún no se ha llevado a efecto el trámite de amojonamiento.

En 2006 y a la vista de las agresiones que se siguen produciendo a la parte de Los Tollos que no había sido afectado por la explotación minera, Ecologistas en Acción Jerez y diversos colectivos de El Cuervo se plantean volver a la carga para conseguir la recuperación de la laguna: se realizan jornadas de sensibilización, marchas a pie y reuniones con diversos estamentos públicos; se hacen campañas de repoblación con escolares y vecinos; se remiten cartas, artículos y denuncias a los medios de comunicación; se recogen 2.600 firmas que son remitidas al Consejero de Medio Ambiente…

Y empieza la recuperación

En octubre de 2007 la Junta de Andalucía comienza a hablar de la compra de la laguna y elabora un proyecto de restauración que es presentado a la UE que lo aprueba como LIFE, con una importante dotación económica. El Consejero de Medio Ambiente lo da a conocer en el Parlamento y es presentado públicamente a los ciudadanos a finales de 2010.

La situación actual es la siguiente: se ha realizado un vallado perimetral de toda la laguna, se han eliminado algunas infraestructuras propias de la instalación minera y se ha instalado una línea eléctrica que abastece a las bombas que llevan a cabo el vaciado de agua de los pozos de la mina. Las tareas de restauración han tenido algunos retrasos iniciales por problemas técnicos o de burocracia pero hay un equipo de técnicos que están marcando las directrices y realizando un seguimiento permanente a los trabajos. En el aspecto divulgativo se ha elaborado un documental titulado La restauración de la laguna de Los Tollos: la lucha de un pueblo, que es el primero de una serie de cuatro, en el que se reconoce el trabajo realizado a lo largo de los años por ciudadanos y grupos ecologistas.

Somos conscientes de que la laguna no va a ser lo que fue en otros tiempos, cuando el rey Alfonso XI, camino de Algeciras, acampaba con su ejército en el entorno de Los Tollos. Pero nos satisface comprobar que, en contra de la opinión de muchos ciudadanos y políticos que decían que no sería posible lograrlo, el trabajo y la lucha de mucha gente durante casi 30 años están haciendo posible la recuperación de este espacio natural.

El daño realizado a este espacio no se tenía que haber producido nunca. Pero nos sentimos esperanzados de poder volver a ver la laguna llena de aves y que muchas personas puedan disfrutarla y beneficiarse de ello.