En Bruselas se celebra la cuarta ronda de negociaciones del Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones. Colectivos europeos y de EE UU protestaron frente a la Comisión Europea contra el recorte de derechos, privatizaciones, pérdida de empleo y amenaza medioambiental en un tratado que se negocia de forma secreta y antidemocrática

Activistas de organizaciones campesinas, sociales y ecologistas así como sindicatos de varios países europeos bloquearon esta mañana la entrada a la Dirección General de Comercio de la Comisión Europea en Bruselas. Protestaban así contra la cuarta ronda de negociaciones del Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) entre la UE y EE UU que tiene lugar esta semana. El acuerdo afectaría a los derechos ciudadanos, con recortes del derecho a la huelga o el principio de precaución. Traería más privatizaciones de servicios públicos, pérdida de empleo y amenaza medioambiental.

La Dirección General de Comercio de la Comisión Europea en Bruselas negocia en nombre de la Unión Europea desde julio 2013 el TTIP con el Gobierno de los Estados Unidos. La Comisión Europea sigue sin hacer público ningún documento relacionado directamente con el contenido de las conversaciones, pero los dos negociadores principales, el español Ignacio García Bercero y el estadounidense Dan Mullaney, se reúnen únicamente con los grupos de presión de la gran industria. Ayer asistieron a un cocktail de la Cámara de Comercio Americana y hoy comieran con la directiva del Trans-Atlantic Bussiness Council.

Mientras tanto decenas de representantes de movimientos y organizaciones sociales a ambos lados del Atlántico se encontraron en Bruselas esta semana para coordinar campañas frente al TTIP. La Asamblea Abierta #NoalTTIP de Madrid, en la que participa Ecologistas en Acción, también ha acudido a las reuniones y participado en la acción de hoy.

La Comisión Europea sigue presentando el TTIP como la única manera de generar empleo en Europa. Pero los informes de la propia institución hablan de una “deslocalización sustancial y prolongada en el tiempo de trabajadoras y trabajadores de la UE como resultado directo del TTIP lo que simplemente profundizará las desigualdades europeas”.

En la acción de hoy, representantes de organizaciones agrarias vertieron simbólicamente leche frente la entrada de la Comisión Europea, denunciando la pérdida de empleo en el mundo rural por las políticas de “libre comercio” y competitividad de la UE, que obligan a cerrar las pequeñas explotaciones agrarias y ganaderas a favor de las grandes multinacionales agro-alimentarias y supermercados.

Las protestas en Bruselas muestran que la oposición al Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones está creciendo. Recientemente, incluso el sindicato más grande del mundo, IG Metall, ha exigido la suspensión inmediata de las negociaciones. Y cada vez más movimientos y organizaciones sociales del Estado español se están sumando a la campaña #NoalTTIP.