Ecologistas en Acción de Cantabria ha denunciado los rellenos de tierras sobre la cabecera de la vaguada de la cuesta Navas, a la salida de Cabezón de la Sal, en la margen derecha de la N-634 Santander-Oviedo, en dirección a El Empalme de la carretera de Comillas, exigiendo la suspensión definitiva de las labores que se están realizando, la restitución de aquel lugar a su estado original, la corrección de los impactos ambientales y sobre el paisaje que se han producido, y la depuración de las responsabilidades políticas, administrativas, económicas y penales en que hayan incurrido los responsables técnicos e institucionales del Ayuntamiento, el Gobierno de Cantabria y la Administración Central del Estado al tolerar o inhibirse ante lo que ha ocurrido en una clara discriminación positiva, por otra parte, con las expectativas y recalificaciones urbanísticas de terrenos en beneficio de propietarios con vínculos muy estrechos con el gobierno local.

Las razones de esta petición se fundamentan en la carencia de proyecto alguno y período de participación e información pública con el que poder desarrollar las reclamaciones u observaciones correspondientes; en la inexistencia de permisos específicos de la Demarcación de Carreteras y la Confederación Hidrográfica para establecer, en su caso, las incompatibilidades o cesiones respecto a las servidumbres u otros requerimientos que exige la ley respecto a la red viaria y
los ejes fluviales; y porque las características físicas, hidrológicas,
orográficas, geológicas e históricas del lugar le hacen especialmente propicio,
con alteraciones como las que se están realizando, a riesgos ambientales que
pueden acabar causando impactos aguas y ladera abajo con los consiguientes
peligros, daños y perjuicios a los bienes y a las personas que habitan en torno a Las Tueras y la intersección de la carretera de Cabuérniga, sin que se hayan hecho estudios de carácter geotécnico ni las evaluaciones de impacto ambiental determinadas por las leyes vigentes para estas situaciones. en un área particularmente frágil por la existencia de un diapiro salino, la circulación de aguas subterráneas y superficiales, la inclinación de la pendiente, la inestabilidad del suelo y el subsuelo, y la existencia de hundimientos que no han cesado de manifestarse en los últimos siglos.

Ecologistas en Acción advierte, también, de que en el lugar afectado tampoco se han hecho excavaciones o investigaciones pormenorizadas sobre la existencia de yacimientos de arqueología industrial o preindustrial relacionadas con la explotación de la sal, con la existencia de instalaciones o restos materiales de diverso origen, o con asentamientos concretos de poblados o infraestructuras que pudieran contribuir a explicar el origen y evolución de la propia villa de Cabezón de la Sal.

La denuncia realizada incluye la propuesta de un Plan Integral de Restauración ambiental y del paisaje en el entorno del tramo comprendido entre la rotonda de la N-634 en su intersección con la carretera de Cabuérniga y el Paseo Igareda hasta la rotonda de la Autovía en Llarna por la carretera a Comillas con la finalidad de recuperar la degradada y pésima imagen de una de las principales entradas a la villa de Cabezón de la Sal que en las últimas décadas ha visto como han desaparecido completamente las centenarias hileras arboladas de sus márgenes; cómo se han autorizado construcciones, instalaciones y subestaciones eléctricas en lugares de enorme fragilidad visual sin las más mínima intencionalidad estética ni
obligatorios diseños o actuaciones correctoras de inmersión en el paisaje; cómo se ha ido abandonando el mantenimiento o la supuesta utilidad de lo que fue sede del Destacamento de la Cruz Roja, convertido hoy en un vertedero lleno de basuras, pintadas y escombros; como no se ha contemplado la existencia de un carril-bici en todo el tramo; y cómo naves, construcciones, transformadores y tendidos próximos a
la entrada del Centro de Interpretación del Poblado Cántabro siguen sin sumergirse de forma más respetuosa en el escenario en que se insertan.

Una remodelación que debería extenderse a los alrededores de la propia
intersección y a una selección más rigurosa y exigente de los diversos elementos de mobiliario urbano que rodean las zonas peatonales y la plaza mayor, donde las señalizaciones horizontales y verticales, bordillos, cierres y vallas, farolas, registros, tendidos y transformadores eléctricos, las fachadas o revestimientos más visibles, los aparcamientos…., deberían ser objeto de una distribución y diseños o tipologías de mayor calidad y coherencia, incluyendo, como en el resto del tramo al que hemos aludido de toda la cuesta Navas, una cuidada reforestación en la selección de especies y en su incorporación adecuada a horizontes y perspectivas más blandas, cálidas y acogedoras, tanto para los propios vecinos como para los visitantes que llegan por ese camino.