Tras el rotundo fracaso de la concentración del pasado día 19, las declaraciones de importantes responsables políticos regionales desmarcándose del proyecto y el abandono del mayor inversor del consorcio, muestran el corto recorrido de este proyecto.

Aprovechando las vacaciones de Semana Santa y el consiguiente aumento de población en la Comarca, se convocó una concentración en busca de un apoyo que no consiguió. Todos los indicadores apuntan a que el proyecto de estación de esquí en el puerto de San Glorio se enterrará definitivamente, y no será por culpa de los ecologistas, como manifiestan los responsables de los municipios que supuestamente se verían implicados en él, sino por la incompetencia manifiesta de la Junta de Castilla y León a la hora de tratar de sacar el proyecto hacia delante instrumentalizando figuras legislativas ilegales como son las leyes de “caso único”, tan en boga entre nuestros gobernantes.

Desde la administración regional podrían editar un manual de cómo no deben gestionarse los Espacios Naturales y de cómo saltarse las leyes según los intereses de cada momento y lugar. Esta desastrosa gestión ha llevado a los habitantes de la montaña palentina a perder una década de desarrollo y de avance hacia un modelo socio-económico ligado al Parque Natural.

Esto no ha sido posible, además de por la torpeza de la Junta, por el corporativismo político mostrado por los alcaldes de la zona que han optado por obedecer las órdenes del partido a costa de defender los intereses de sus vecinas y vecinos. Ese seguidismo al dictado del amo tiene, para algunos, recompensa personal en el reparto de cargos en la institución provincial, mientras sus pueblos se mueren.

Por si fuera poco, y a modo de requiem, el anuncio de la familia Álvarez de abandonar el accionariado de Tres Provincias junto a los requerimientos por impago que al menos dos empresas han presentado en los juzgados de Palencia contra el consorcio, viene a sonar como un “sálvese quién pueda” o “si te he visto no me acuerdo”.

Lejos de aprovechar la oportunidad de contar con la máxima figura de protección de un Espacio Natural en Castilla y León y así estar a la altura de los tiempos que marca el siglo XXI, se opta por el chantaje y la amenaza de abandonar el Parque Natural para entrar de lleno en el siglo XIX. Por suerte para los habitantes de la Montaña , vemos que esta idea peregrina del alcalde de Velilla y diputado provincial no es respaldada por el resto de regidores, que con un poco más de sentido común prefieren continuar dentro del Parque Natural.

Ante la más que previsible sentencia del Tribunal Constitucional que finiquitará definitivamente el proyecto de esquí de San Glorio, es hora de que los alcaldes de la montaña no pierdan más tiempo y exijan al Jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente y al Director-Conservador del Parque Natural que se desarrollen en su totalidad los artículos del Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN), comenzando por la redacción y aprobación del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) y dotando económicamente los planes de desarrollo para este Espacio Natural.

Es hora de pedir que el Parque Natural sea gestionado de manera racional y buscando la consecución de los fines para lo que fue declarado, si sus máximos responsables se ven incapaces, que dejen paso a personal más comprometido y competente para sacarlo adelante.