Unos 50 voluntarios de Verdemar-Ecologistas en Acción, Delphis-Ecologistas en Acción y de los grupos scout San José y Santa Margarita, junto a varios ciudadanos que se sumaron sobre la marcha, participaron ayer en la limpieza de un tramo del litoral de Levante, en concreto el comprendido entre la frontera con Gibraltar y los restos del fuerte de Santa Bárbara. Esta de una iniciativa a nivel internacional denominada Limpiemos el Mediterráneo, en la que han participado durante todo el fin de semana colectivos de todos los países bañados por este mar.

Además de esta limpieza de la playa de Santa Bárbara, los ecologistas también llevaron a cabo un original acto de protesta en la playa de Poniente. Allí desplegaron de bajo del agua una pancarta en protesta del vertido de aguas fecales que se viene produciendo no sólo en esta zona, sino en varios puntos de la Bahía de Algeciras y en el resto de la comarca.

En total los voluntarios recogieron 10 bolsas de basura, ya que en el tramo de litoral en el que los ecologistas decidieron llevar a cabo esta actuación no había ayer demasiada basura. Los ecologistas eligieron este tramo del litoral por tratarse de una playa urbana, más cercana del centro de la ciudad, para que se pudiera unir un mayor número de ciudadanos para colaborar en esta iniciativa.

El grupo ecologista Verdemar lleva varios años realizando esta labor, que pretende llamar la atención sobre el estado del mar en cuanto a residuos se refiere. Más de 150 regiones de toda la cuenca mediterránea han participado en la actividad, centrada especialmente en la denuncia de los desechos plásticos. A lo largo de tres días, personas voluntarias han colaborado en Limpiemos el Mediterráneo (Clean up the Med), la campaña coordinada a nivel internacional por la organización italiana Legambiente.

Este año se ha prestado especial atención a los plásticos, el material más presente de la sociedad de consumo y gran protagonista de los desechos. Su reciclaje es complicado, y en un gran porcentaje no llega a ocurrir, y su degradación es muy lenta. En sus múltiples formas y aleaciones, el plástico tiene un tiempo medio de degradación de 500 años. Al llegar al mar, el plástico recorre distancias de miles de kilómetros y se puede encontrar en la superficie del océano, el fondo del mar o en las costas más lejanas y vírgenes.

Millones de animales marinos mueren anualmente enredados en material plástico o ingiriendo las fracciones más pequeñas. La contaminación del plástico y la consecuente degradación ambiental por residuos también tiene impacto en las poblaciones locales, al afectar a los recursos naturales de los que dependen.

La campaña de recogida de basura ha incluido además la clasificación de residuos para identificar su procedencia y buscar soluciones.