Con ocasión de un evento de alto nivel en la Casa de América, la campaña «No al Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones» y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético organizaron hoy una concentración para denunciar los impactos que tendría el tratado entre la Unión Europea y Estados Unidos que está negociándose a espaldas de la sociedad.

Organizaciones de consumidores, campesinos, grupos ecologistas y feministas, sindicatos y diferentes colectivos de ámbitos como los derechos humanos, la cultura y la solidaridad, entre ellas Ecologistas en Acción, convocaron la concentración para mostrar su rechazo al TTIP a las puertas de la Casa de América de Madrid. En el interior se celebraba una conferencia de alto nivel organizada por la Cámara de Comercio de EE UU y auspiciada por el Gobierno de España, grandes multinacionales y la patronal CEOE.

Según la campaña «No al Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones», que cuenta también con el apoyo de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, las negociaciones de dicho tratado entre la Unión Europea y los Estados Unidos pretenden ampliar el margen de beneficios de las grandes corporaciones frente a las pérdidas de ingresos de las trabajadoras y los trabajadores, PYMES o autónomos.

El acuerdo se esta negociando con una absoluta falta de transparencia e información a la opinión pública. Sin embargo los grandes grupos empresariales, que trabajan mano a mano con la Comisión Europea, han tenido la oportunidad de tener acceso privilegiado a los documentos secretos e influenciar en las negociaciones. Estos grupos de lobby industrial y financiero se han marcado el objetivo de conseguir la llamada “cooperación reguladora”, que permitiría su participación directa en los procesos de redacción de normativas y legislación. Algunas de las amenazas del TTIP:

  • La privatización creciente de los servicios públicos a nivel continental, que recortaría, aun mas, el derecho universal a la sanidad pública, facilitando la creación de un sistema como el estadounidense de seguros privados en la sanidad.
  • Limitaría las decisiones democráticas facilitando las demandas de una corporación inversora contra la puesta en práctica de políticas o medidas que afecten a sus intereses.
  • Otorgar a las grandes empresas amplias facultades para impugnar medidas de una administración pública, como prohibir los desahucios o el uso de sustancia tóxicas, no pagar una deuda ilegítima, convertir la banca privada en una banca pública o remunicipalizar un servicio público que ha sido privatizado con anterioridad, para obstaculizar futuras modificaciones de decisiones políticas y medidas.
  • Abrir a los mercados financieros de sectores claves como la sanidad pública o la compra pública.
  • Desregular aun más los servicios financieros, con la eliminación de las restricciones en materia de transacciones financieras y de la comercialización de productos financieros especulativos, uno de los desencadenantes de la crisis financiera y económica que ha conllevado desempleo, recortes en las prestaciones sociales y salarios y desahucios.

La campaña «No al Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones» carga especialmente contra el mecanismo de resolución de conflictos entre inversores y Estados (ISDS en inglés) que aplica sanciones multimillonarias a Gobiernos por medidas que van en contra de los beneficios de las grandes compañías.