Curso de verano al margen de la ley. Así podrían titularse las jornadas que la Universidad de Extremadura organiza la próxima semana. Entre sus charlas figura “la apuesta turística por el turismo de embalses en Extremadura, el caso de Isla Marina de Valdecañas” y una visita a la urbanización de lujo pendiente de derribo tras una sentencia por el Tribunal Supremo. El presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, y el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, inaugurarán el evento. Ecologistas en Acción y Adenex lamentan que la ilegalidad se convierta en un ejemplo a seguir.

El próximo 15 de julio comenzará en Navalmoral de la Mata el curso “Gestión de recursos hídricos y aprovechamientos turísticos”. Además de Monago y Ramos, también el rector de la Universidad de Extremadura, Segundo Píriz, y otros altos cargos de España y Portugal participarán en las tres jornadas.

El plato fuerte llegará el segundo día, con una ponencia que coloca el proyecto urbanístico de Isla de Valdecañas como paradigma de la estrategia extremeña. “La apuesta turística por el turismo de embalses en Extremadura. El caso de Isla Marina de Valdecañas», da nombre a una charla que correrá a cargo de Julián Mora Aliseda. Este profesor de la Universidad de Extremadura y director de estas jornadas realizó por encargo de la Junta un informe socio-económico donde se defienden los beneficios de la urbanización para justificar la inejecución de la sentencia, esto es, su no demolición como exigen los tribunales.

El proyecto Isla Marina de Valdecañas, que incluye viviendas y otras instalaciones de lujo, ha sido declarado ilegal y está pendiente de ser demolido íntegramente para restituir el espacio protegido donde se levanta. La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, refrendada por el Supremo el pasado mes de febrero, debe cumplirse. Pero la Junta de Extremadura se resiste con argumentos que Ecologistas en Acción y Adenex han desmontado en sucesivos informes.

Como han demostrado las organizaciones ecologistas, al contrario de lo que afirma el director del curso, el complejo no ha generado empleo de forma significativa, mientras que el impacto de la construcción en la avifauna ha sido dramático. La demolición tampoco costaría la cantidad astronómica calculada por el Gobierno autonómico y mejoraría la conservación del espacio.

La celebración de un curso, que incluye una visita técnica a la Isla de Valdecañas como ejemplo de aprovechamiento turístico, supera cualquier límite del descaro. Ambas organizaciones ecologistas no entienden que una institución docente pública como la Universidad de Extremadura se preste a ser portavoz de la ilegalidad urbanística, de la pérdida de valores medioambientales y de un desarrollo no sólo ilegal sino claramente insostenible.

Ecologistas en Acción y Adenex reclaman que los representantes políticos e institucionales demuestren el respeto por la justicia que reclaman al resto de la ciudadanía, así como por los principios que sostienen el Estado de Derecho. También espera que los responsables de Medio Ambiente demuestren su interés por los espacios protegidos cancelando su asistencia a un curso claramente contrario a su protección, o cuando menos, exigiendo que el único horizonte para Isla de Valdecañas sea el cumplimiento de la ley, demoliendo el complejo urbanístico.

Así lo planteará Adenex en su participación en estas jornadas de Navalmoral, así como Ecologistas en Acción en su intervención en otras con temática similar y que tendrán lugar este miércoles 9 de julio en Trujillo, a las 12.30, con unos ponentes y un planteamiento en buena medida coincidentes en ambos casos.