La construcción de tres nuevas presas en el río Támega, anunciada recientemente por Iberdrola, afectará significativamente a espacios de la Red Natura 2000 y a espacies protegidas como el lobo ibérico. Ecologistas en Acción y Quercus, la principal organización ecologista de Portugal, reclaman una revisión del proyecto y mayor vigilancia por parte de la Comisión Europea para el cumplimiento de la normativa ambiental.

El Proyecto Hidroeléctrico del Támega (SET, Sistema Eletroprodutor do Tâmega) incluye la construcción de tres presas en la parte portuguesa de este afluente del Duero que nace en la provincia de Ourense. El plan, promovido por Iberdrola y el Estado portugués, tiene importantes impactos ambientales. Los ecosistemas de la cuenca del Támega se transformarán y degradarán, incluyendo la creación de barreras insalvables para especies piscícolas migratorias como la anguila (ya diezmada en las cuencas de los ríos Duero y Támega). También se verán afectados los hábitats de algunas de las últimas manadas de lobos, una especie prioritaria, de acuerdo con la Directiva Hábitats, y clasificada en Peligro por el Libro Rojo de los Vertebrados en Portugal. El proyecto SET afectará a la integridad del Lugar de Importancia Comunitaria de Alvão-Marão, como reconoce la propia Evaluación de Impacto Ambiental.

Este proyecto confirma que los intereses de las grandes empresas energéticas son mayores que los intereses de la conservación de la naturaleza y las comunidades locales y es un ejemplo más de como el discurso ambiental de Iberdrola choca con la realidad.

Es importante reseñar que en la región del Alto Támega, se ha desarrollado un proceso de recuperación territorial en base a los recursos locales, particularmente en el área de turismo de naturaleza, asociado a la presencia del lobo. Este proyecto provocará pérdidas socio-económicas directas e indirectas, con especial impacto en la agricultura (en particular en la viticultura).

En definitiva, se trata de proyectos de gran impacto ambiental y social, y de más que dudosa utilizad hidrológica y económica.

La organización Quercus ya denunció en una queja ante la Comisión europea que el proyecto entra en conflicto con directivas comunitarias como la de Agua o la de Hábitats, entre otras razones por no haberse considerado las alternativas al proyecto ni los impactos acumulativos. Además esta organización denuncia que las cotas mínimas de estos embalses de Iberdrola superan lo establecido en el Plan Nacional de Embalses.

Por todo ello Ecologistas en Acción y Quercus solicitan al estado portugués que recapacite y a la Comisión europea que cumpla su papel de vigilancia del cumplimineto de la normativa ambiental.