Ecologistas en Acción y GEM exigen medidas urgentes contra la sobreexplotación del acuífero del Río Aguas.

En el último Consejo Provincial de Medio Ambiente y Biodiversidad de la provincia de Almería, y también a través de escritos, Ecologistas en Acción y El Grupo Ecologista Mediterráneo, han instado a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio a que preste más atención a los sondeos para captación de agua de la zona entre Tabernas y Sorbas. Toda esa zona es la que nutre al río Aguas, cuyo caudal según los expertos ha podido bajar más del 60% en los últimos años. También se ha solicitado que no se permitan nuevas plantaciones de olivos en la zona y que se paralicen cautelarmente las que estén realizándose en la actualidad. Las inmensas plantaciones de olivos en superintensivo están contribuyendo a aumentar la sobreexplotación del acuífero Aguas, que abastece de agua a unas 7000 personas aguas abajo.

La masa de agua subterránea más explotada de las Cuencas Mediterráneas andaluzas es el acuífero Aguas (060.008), que incluye, entre otros los términos municipales de Sorbas, Tabernas, Turre y Mojácar. Según los datos del Plan Hidrológico de la Cuenca (en torno al año 2000) la sobreexplotación era del 270 %, eso quiere decir que se estaba extrayendo del acuífero un volumen tres veces mayor del que entraba, y desde esas fechas las extracciones no han hecho más que aumentar, debido, sobre todo a las transformaciones en regadío de olivos. Esto está produciendo en la zona un descenso considerable de los niveles del acuífero, lo que ha obligado a profundizar los sondeos existentes, algunos de ellos para abastecimiento humano, hasta llegar a acuíferos inferiores, fósiles, cuyas aguas es posible que no sean aptas para el consumo humano.

Este hecho ha sido denunciado ante la Consejería de Medio Ambiente, que es la que tiene las competencias sobre este tema, pidiéndole que tome las medidas necesarias para que el acuífero se recupere, y a lo que está obligada, según la Directiva Marco de Aguas, y el Plan Hidrológico de las cuencas Mediterráneas Andaluzas, en el que se pone de manifiesto el mal estado de la masa de agua y la necesidad de tomar medidas para alcanzar el buen estado, como muy tarde en el 2027, plazo final que da la Unión Europea para alcanzar los objetivos. Aunque el plazo parezca muy lejano, los procesos hidrogeológicos son muy lentos, y las medidas que se tomen tardarán décadas en manifestarse. El agua tarda unos cien años en recorrer el acuífero, y la depresión creada en la actualidad es tan grande que aunque se paralizasen todos los bombeos, el acuífero tardaría décadas en recuperarse, por lo que es urgente tomar medias.

La sobreexplotación es tal que se han tenido que profundizar sondeos que se habían secado. El descenso medio en el nivel piezométrico a lo largo de los últimos años puede estar por los 3 metros/año. Ciertos agricultores de la zona manifiestan que están planteándose dejar de regar sus olivos centenarios por no tener agua. Mientras tanto, auténticos vergeles se ubican unos pocos kilómetros aguas arriba. Más de 3000 Ha existen en la zona dedicadas a olivos en regadío, superficie que continua aumentando en la acutalidad.

La sobreexplotación que está sufriendo el acuífero del Alto Aguas no solo afecta al abastecimiento de las distintas localidades del entorno sino también, de forma directa, al Paraje Natural del Karst en Yeso de Sorbas. Este entorno kárstico, de incalculable valor, recibe las aguas del acuífero a través del Manantial de Los Molinos del Río Aguas. Este manantial está actualmente en grave peligro de desaparición si la situación continúa y los organismos competentes no toman decisiones rápidas y coherentes con el grave problema de sobreexplotación. El Manantial de Los Molinos y su entorno de cavidades kársticas suponen el vergel desértico más significativo de Europa y corremos el riesgo de que desaparezca si no se actúa con rapidez desde la administración.

Estas asociaciones tienen especial interés por saber qué es lo que ha pasado con el pozo de Albarracín, captación de agua de la localidad de Sorbas, que hace poco tiempo tuvo que ser reprofundizado y que según vecinos de la zona se ha clausurado por sospechas de radiactividad. No sería raro que los acuíferos inferiores, con materiales similares a los del Valle del Almanzora también tuvieran radiactividad natural.

También es significativo señalar otro efecto de las roturaciones realizadas y los cambios de uso del suelo a cultivo superintensivo: la zona es uno de los hábitats más importantes en Andalucía para la Alondra Ricotí, especie en grave peligro de extinción en la comunidad y a nivel global. Los cambios producidos destruyen su hábitat y merman sobremanera las posibilidades de supervivencia de la especie. La Junta de Andalucía es también conocedora de estos datos ya que figuran en informes realizados por la propia Consejería de Medio Ambiente y por el Ministerio. No deja de sorprender por ello que se hayan permitido nuevas transformaciones en lo que los expertos consideran la zona con mayor y mejor presencia de la especia en toda Andalucía. Otras especies amenazadas que también se han visto perjudicadas son el Sisón, la Ganga Ortega y la Carraca, que posiblemente tenga en la zona la mayor población de toda España.

Por todo ello y porque no hay garantía de que no se hayan realizado reprofundizaciones ilegales de pozos, se ha pedido a la Consejería de Medio Ambiente que investigue con mayor seriedad la situación y que tome medidas para que no se continúe ampliando la superficie regada. La consecuencia más inmediata de la permisividad de la Junta de Andalucía por autorizar la extensión de la superficie regada en una zona árida como esta, es la sobreexplotación del acuífero, y a medio plazo, para solucionar este problema, inevitablemente, los precios del agua aumentaran para todos los usuarios, especialmente para los vecinos, ya que para mantener la actividad en la zona va a ser necesario conseguir agua de zonas alejadas, lo que repercutirá sobre el coste del recurso.

La situación del manantial de los Molinos del Río Aguas, fundamental para mantener los valores del Paraje Natural, tardará años en recuperarse. Las previsiones a medio plazo es que el caudal siga disminuyendo, y de no tomarse medidas urgentes, se puede quedar en algo testimonial, con lo cual, uno de los espacios naturales más singulares de la provincia corre el riesgo de desaparecer, o de transformarse de forma irreversible. Si los responsables de la Junta de Andalucía, no toman urgentemente, las medidas necesarias para solucionar esta problemática, la situación del acuífero puede llegar a ser irreversible, o, en el mejor de los casos, los objetivos previstos para el 2027, buen estado de la masa de aguas, serán inalcanzables. Esto supone que aparte del empobrecimiento colectivo que es la degradación de la naturaleza, habrá que hacer frente a importantes costes económicos, que los asumiremos entre todos, no solo para paliar la situación, sino por las sanciones que nos va a imponer la Unión Europea por no cumplir con los compromisos previstos en la Directiva Marco de Aguas.