Ecologistas en Acción pide al ayuntamiento una sanción ejemplar y que se impida urbanizar la zona.

Ecologistas en Acción ha solicitado al ayuntamiento información sobre la tala de Bahía Blanca y ha podido comprobar que esta tala no estaba autorizada. Lo que había solicitado la empresa M.V.G Urbanismo y Gestión S.A., propietaria de los terrenos, fue un plan de actuación para prevenir incendios.

El informe técnico –suscrito por un técnico distinto al que suele informar favorablemente todo tipo de talas- destaca el valor ambiental de la zona y propone que solo se autorice la poda o tala de los pies o ramas secas y la realización de un cortafuego perimetral, y que se preserve toda la vegetación autóctona: retamas, lentiscos y acebuches, así como la obligación de contar con una autorización de la Consejería de Medio Ambiente por tratarse de un importante hábitat de camaleones. Y eso es lo que autorizó la teniente alcalde de Medio Ambiente el pasado 31 de marzo, dando un plazo de tres meses para la realización de los trabajos.

Pues bien, esta empresa ha incumplido todos los requisitos de la autorización: ha talado la práctica totalidad del arbolado, ha desbrozado toda la vegetación arbustiva y ha destruido la población de camaleones, incluso ha realizado los trabajos cuando ya había caducado la autorización.

Ecologistas en Acción no entiende la falta de control de los trabajos forestales que autoriza el Área de Medio Ambiente del ayuntamiento. ¿Para qué sirve imponer condiciones técnicamente rigurosas si después nadie supervisa que se cumplan?. La concejala debe dar explicaciones sobre esta falta de control de las autorizaciones y de las medidas que piensa adoptar para que hechos como estos no se vuelvan a repetir.

Ecologistas en Acción exige que se sanciones con la máxima dureza a esta empresa, que se le exija la repoblación de toda la zona ilegalmente talada y que se prohíba su urbanización, la misma medida que se impone cuando un terreno se incendia intencionadamente.

Tres fotografías, dos vistas generales del terreno que ha sido arrasado, y una de un acebuche talado.