Esta mañana la empresa URBIS ha comenzado la tala de la última arboleda que quedaba en la zona de El Ancla junto a la carretera de Fuentebravía. Es la crónica de un arboricidio anunciado. Se da la circunstancia que las arboledas de esta zona deben su fama universal gracias a las biografías del insigne poeta Rafael Alberti, quién premonitoriamente la llamó «LA ARBOLEDA PERDIDA».

En mayo de 2003, Ecologistas en Acción denunció la pretensión de esta empresa constructora de talar este bosquete para urbanizarlo. Como acto simbólico para tratar de parar esta tala, miembros de nuestra asociación procedieron a la identificación, numeración y “bautizo” de los árboles que permanecen aún -casi milagrosamente- en pie, rodeados de adosados y bloques de apartamentos. El poeta portuense Jesús María Serrano bautizó a 128 árboles -3 acebuches, 55 pinos y 70 eucaliptos- con nombres propios, árbol por árbol, de este bosquecillo. Hoy los han talado casi todos, mañana puede que no quede ninguno.

Esta mañana, nada más tener conocimiento de que se había iniciado la tala, miembros de Ecologistas en Acción se personaron en la zona, tratando infructuosamente que se personara la guardería forestal o algún técnico de la concejalía de Desarrollo (In)sostenible. Una hora y media estuvo Juan Clavero esperando la presencia de algún responsable de esta concejalía. Tras varias llamadas telefónicas, no consiguió que nadie se responsabilizara de esta situación; todos, concejal incluido, estaban ‘ocupados', lo que demuestra hasta qué punto les interesa el medio ambiente y la defensa de los bosques a nuestros irresponsables públicos.

Hay que destacar que esta arboleda tenía una importante población de camaleones. Las crías acaban de nacer y las hembras van a iniciar la puesta. Todos han quedado sepultados por las máquinas, y terminarán en el vertedero.

Esta tala demuestra la falacia de los concejales de Urbanismo y Desarrollo (In)sostenible, Juan Carlos Rodríguez e Ignacio García de Quirós, que vienen pregonando que la declaración de un pinar como urbanizable no significa que se vaya a talar, pues aseguran que queda como zona verde. Esta arboleda fue declarada urbanizable en el PGMO de 1992, con la oposición de la entonces Asociación Ecologistas Guadalete. Desde entonces el Ayuntamiento podría haberla salvado, pues ha modificado varias veces el PGMO, siempre para construir más, pero podría haberlo hecho para desclasificar esta arboleda, dejándola como parque público. Además, con las decenas de millones de euros que han ingresado por licencias de obras, y por la venta de aprovechamientos urbanísticos y suelo municipal, podrían haber comprado e indultado los pinares que ellos mimos (Harnán era concejal y votó a favor del actual PGMO) condenaron a muerte.