Después del gran incendio de Río Tinto, que afectó a varios términos municipales de Huelva y Sevilla; técnicos y responsables políticos empujados por la gran presión social, decidieron sacar de los cajones de los despachos de la consejería de Medio Ambiente, algunos de los proyectos ya olvidados de mejora y limpieza de los montes.

Si nada más pasado el fatídico verano del 2004 se hubiera aplicado dichos proyectos, otra suerte hubiesen corrido los montes de Moguer en este verano del 2005. Gran parte de los trabajos selvícolas no se realizaron hasta llegados Mayo y Junio, ya fuese por la lentitud que caracteriza a la administración o por simple dejadez, decenas de hectáreas se encontraban actualmente con todos los residuos de la poda desparramados por el monte en plena campaña de incendios; una situación que llegaba complicada por las altas temperaturas y la elevada sequía, convirtiéndose así en explosiva por la gran cantidad de combustible depositado en numerosas hectáreas de Pino Piñonero. Está acumulación de biomasa, ha dificultado enormemente la extinción de los dos últimos grandes incendios que han asolado los Montes Públicos de Moguer.

Al realizar la poda en una época donde el monte debería estar limpio de maleza, el pinar queda plagado de ramas secas a nivel del suelo, lo cual constituye un combustible perfecto en caso de incendio.

Esto no son actuaciones de prevención, como contrariamente vienen declarando en los medios de comunicación sin ruborizarse, la consejera de Medio Ambiente, el delegado de Gobernación Justo Mañas y la delegada de Medio Ambiente en Huelva Isabel Rodríguez.

El fuego del Milanillo, que arrasó más de 500 hectáreas los días 30 y 31 de Julio, se inició en una zona donde las jaras alcanzaban los dos metros de altura, se propagó por una corta de eucaliptos que tenía todos los restos de las ramas pendientes de retirar y alcanzó una repoblación de pinos recién desbrozada, como puede comprobarse por los carteles amarillos, aún colocados y derretidos por el fuego, donde se avisaba de la realización de dichos trabajos selvícolas.

El segundo gran incendio de Moguer, que se inicia en la zona del camino de la dehesa los días 24 y 25 de Agosto, parte de una zona donde el matorral y las zarzas están al borde de un camino muy transitado, para arrasar posteriormente decenas de hectáreas de pinar con todos los retos de podas pendientes de retirar. Trabajos que estaba realizando la propia administración en plena campaña de incendio.

Los responsables políticos y los técnicos de Medio Ambiente “coinciden” en defender la postura sobre la total realización de las labores preventivas en los montes públicos. La realidad nos indica otra cosa. La junta de Andalucía actúa contra los particulares que no realizan las labores preventivas y de protección contra los incendios forestales. Ahora nos preguntamos ¿Quién pedirá cuentas a nuestros gobernantes por estas negligencias, al mantener y propiciar una situación tan explosiva para nuestros montes?