Por sentencia nº 1921, de 25 de septiembre de 2014, la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León en Valladolid ha anulado la autorización otorgada por la Dirección General del Medio Natural de la Junta de Castilla y León al Club Turismoto para la realización de la edición de 2011 de la concentración motorista “Pingüinos” en el Pinar de Antequera de Valladolid, junto a la playa de Puente Duero.

Ratificando la argumentación de la sentencia del pasado mes de abril sobre Pingüinos 2010, el Tribunal entiende que “no queda suficientemente acreditada la compatibilidad necesaria entre la conservación de los valores naturales -particularmente la flora- con una concentración masiva de motoristas con acampada, máxime cuando los informes técnicos existentes en el expediente administrativo insisten en que los daños al medio natural tienen carácter acumulativo año a año”.

La autorización de la concentración infringe así la Ley de Montes de Castilla y León, pero también las Directrices de Ordenación del Territorio de Valladolid y Entorno (DOTVAENT), ya que el Pinar de Antequera está catalogado por las mismas como Área de Singular Valor Ecológico y Parque Metropolitano, y “el uso especial autorizado por los actos autonómicos está referido a una actividad recreativa pero con afluencia masiva de asistentes, además de una acampada, instalaciones provisionales y asistencia de otros motociclistas en número elevado, lo cual no se cohonesta con el régimen de protección previsto en las Directrices para la Protección de los Espacios Valiosos […].

Este mismo hecho de que la actividad “consiste en una concentración de motoristas con acampada, cuyos participantes provienen en gran número de fuera de la provincia” motiva que el TSJ aprecie vulneración de la Ley de Espacios Naturales de Castilla y León, al estar declarado bajo su cobertura el Pinar de Antequera como Zona Natural de Esparcimiento, ya que el uso autorizado “no puede ni debe quedar subsumido en el de proporcionar a su población lugares de descanso, recreo y esparcimiento de un modo compatible con la naturaleza”, contemplado en la Ley citada.

Finalmente, respecto al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Valladolid y el Plan Especial del Pinar de Antequera, señala la sentencia que dadas “la previsión de dos zonas de aparcamiento para motocicletas dentro de la franja del monte público a ocupar y la previsión de asistentes (8.000 al día con un total de 20.000 en tres días), considera la Sala que la dimensión y envergadura de las actividades objeto de los actos administrativos recurridos rebasan con exceso las posibilidades autorizadas de recreo y deporte en las determinaciones del planeamiento urbanístico, las cuales están destinadas a conductas individuales o de grupos reducidos excluyendo el uso de vehículos a motor y las aglomeraciones numerosas, en todo caso”.

Ecologistas en Acción considera que la sentencia del TSJ, que no es recurrible e impone las costas a Ayuntamiento y Junta, ratifica la imposibilidad legal de utilizar cualquier lugar del Pinar de Antequera para la realización de la concentración motorista “Pingüinos”. Este será el mensaje que traslade el próximo viernes a la concejala de Cultura, Comercio y Turismo del Ayuntamiento, Mercedes Cantalapiedra, tras anunciar Turismoto que piensa ubicar la zona de acampada de Pingüinos 2015 de nuevo dentro del Pinar. Los ecologistas advierten que esta pretensión es ilegal y no puede por tanto ser respaldada por el Ayuntamiento de Valladolid ni la Junta de Castilla y León.

Al tiempo, Ecologistas en Acción exige a la Junta de Castilla y León que ejecute sin dilación el aval de 45.000 euros requerido al Club Turismoto para la restauración del pinar, procediendo a realizar de inmediato las actuaciones contempladas en el Plan de Ordenación del Pinar de Antequera para el periodo 2012-2023, incluyendo la retirada de infraestructuras, la demolición de las construcciones, el acondicionamiento de caminos y senderos, la descompactación del suelo, la plantación de 8.000 unidades de pino piñonero, encina y sabina y el riego de las plantas durante cinco veranos.