La protección del lobo ibérico en el sur del Duero es imprescindible si se quiere garantizar su supervivencia. Ese es el mensaje que representantes de Ecologistas en Acción llevan a Bruselas, donde se reúnen con miembros del Parlamento Europeo. La propuesta de la titular española de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, de modificar la Directiva Hábitat va en dirección contraria, como denuncia la organización. La ministra pretende relajar las medidas de defensa de la especie, en el marco de su apuesta decidida por la caza incluso en espacios protegidos.
El pasado mes de septiembre García Tejerina remitió junto a su homólogo francés una solicitud para reformar la Directiva Hábitat, tal y como anunció públicamente. Ambos ministros reclamaban que se permitiera la caza del lobo en territorios situados al sur del Duero, en contra de lo que establece la directiva.
Ecologistas en Acción, que rechazó inmediatamente después la solicitud, se reúne hoy con eurodiputados de la Comisión de Medio Ambiente y de la Comisión de Peticiones para trasladarles las razones de esa tajante negativa. La petición de García Tejerina no está en absoluto basada en datos científicos sobre la situación actual de la especie en el Estado español y el número de ejemplares existentes. La desprotección es populista e irresponsable, puesto que la caza del lobo ibérico amenaza seriamente poblaciones que están en peligro inminente de extinción y no soluciona el problema de ataques a la ganadería, sino que puede llevar a agravarlos. Demuestra más bien la falta de conocimientos sobe la verdadera gestión de especies protegidas y la apuesta por un grupo de interés, el de los cazadores, que también se repite en otros espacios y con otras especies.
Los representantes de la organización solicitan en sus reuniones en Bruselas que que el Parlamento Europeo traslade a la Comisión Europea el rechazo a la solicitud. La Directiva Hábitat debe mantenerse en vigor sin cambios. También se pedirá un seguimiento más exhaustivo de las autoridades europeas a la gestión del Ejecutivo central y las Comunidades Autónomas, ante lo que parece una dejación de sus funciones.
La iniciativa de Isabel García Tejerina no ha sido debatida en el Consejo Asesor de Medio Ambiente, obedece a las presiones de los sectores ganaderos y cinegéticos y a los intereses de la Junta de Castilla y León, saltándose todos los organismos democráticos de debate existentes en el seno de la Ley de Patrimonio Natural. El ministerio basa esta solicitud en una supuesta sobrepoblacion de lobos y pide su desprotección sin contar con un auténtico censo a nivel estatal que esté basado en criterios científicos claros y que cuente con evaluaciones externas para cuantificar el número real de ejemplares. Para Ecologistas en Acción esta solicitud carece de fundamente científico.
Para Ecologistas en Acción es inadmisible que la ministra apueste por la caza del lobo cuando está demostrado que no resuelve los conflictos, sino que los agrava, como se ha demostrado al norte del Duero. Entre otras cosas, la caza de lobos puede desestructurar la manada a la que pertenecen y modifica el comportamiento de los supervivientes, lo cual puede multiplicar los ataques. Compatibilizar la conservación del lobo y la ganadería es factible, pero las administraciones no están adoptando las medidas necesarias para ello.
El lobo ibérico es una Especie de Interés Comunitario (Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad y la Directiva Hábitat), en virtud de lo cual sus poblaciones al sur del Duero deben estar estrictamente protegidas y los Estados miembros deben designar zonas de conservación. Sin embargo las administraciones no están gestionando adecuadamente esta especie, se atribuye al lobo todos los daños a la ganadería que se producen, y no se aplican mecanismos de prevención efectiva.