Las obras de encauzamiento del río Sil a su paso por Ponferrada, propuestas por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, evitarán daños por inundaciones a la vez que protegerán el dominio público hidráulico respetando los ecosistemas fluviales, de acuerdo con la Directiva Marco del Agua y Directiva de Inundaciones. Nos encontramos por tanto ante unas obras socialmente necesarias y medioambientalmente correctas por su bajo impacto.

La CHMS no ha proyectado un dique –tal como viene diciéndose- sino una “mota de protección” cuyo trazado, separado del río, coincide con el límite del suelo urbano clasificado por el PGOU de Ponferrada. De esta manera la mota respeta y preserva al máximo la dinámica natural del cauce y la zona de inundación.

En resumidas cuentas, el proyecto resulta aceptable ya que pretende:

  • Prevenir inundaciones de zonas urbanas consolidadas, con riesgo para personas y bienes.
  • Mejorar la seguridad de la presa de Bárcena que podrá desaguar más cantidad de agua en menos tiempo.
  • Evitar inundaciones en la carretera de acceso a Toral de Merayo con la construcción de un nuevo puente.
  • Asegurar el mantenimiento del Dominio Público Hidráulico, sus riberas y márgenes.
  • La mejora medioambiental del entorno y el desarrollo de los ecosistemas de ribera asociados.

Por el contrario, la propuesta vecinal de “mover el dique” acercándolo al río, contraviene la legislación de aguas y el objetivo prioritario de conseguir, con el mínimo impacto sobre los ecosistemas fluviales, la mayor seguridad de personas y bienes, además de aumentar el riesgo de inundación aguas abajo, ya que supondría:

  • Destrucción del bosquete de ribera.
  • Construcción de un verdadero dique mucho más alto (o se deja espacio para que el río inunde sus márgenes o se constriñe su cauce entre muros intentando que no los desborde).
  • Encauzamiento de las aguas que discurrirán con más violencia río abajo cuando aumente el caudal.

Ecologistas en Acción lamenta que en este caso sean los vecinos los que piden aplicar técnicas obsoletas, demostradamente ineficaces e incluso peligrosas, que deberían ser desterradas, en vez de optar por la defensa de los valores naturales del río Sil en Ponferrada.