A juicio de Ecologistas en Acción de Burgos las obras requieren licencia ambiental que no se ha tramitado. En consecuencia, los hechos han sido puestos en conocimiento del Seprona y de la Junta de Castilla y León a fin de que actúen en el ámbito de sus competencias y paralicen la obra.

La Ley 8/2014, de 14 de octubre, por la que se modifica la Ley 11/2003, de 8 de abril, de Prevención Ambiental de Castilla y León, no cambia la necesidad de obtener licencia ambiental para el desarrollo de la actividad taurina o de cualquier infraestructura deportiva, por ello estas obras de remodelación de la plaza de toros, que en palabras del vicealcalde, la convertirán en un pabellón multiusos, deben ser sometidas al trámite de licencia ambiental y, necesariamente, sujetas información pública, con la finalidad de que las personas interesadas puedan realizar frente a las mismas las alegaciones que estimen convenientes.

La norma es clara, ya que regula la licencia ambientas de forma que sea previa a la concesión de la licencia urbanística. Dicho de otra manera, impide cualquier obra sin la previa obtención de la licencia ambiental. En el caso de la plaza de toros, supone que las obras que se están llevando cabo no pueden legalmente hacerse y por ello procede su paralización hasta en tanto en cuanto no se obtenga la licencia indicada.

Esta situación pone de relieve la falta de rigor del gobierno municipal y su desprecio por la norma, que en otras ocasiones, cuando se trata de ciudadanos y ciudadanas de a pie se aplica con rigor extremo. Queda por ver si en esta ocasión, se depurará alguna responsabilidad o no pasará nada, como viene repitiéndose, ya en numerosas ocasiones, aquí no pasa nada.