Montelarreina (Zamora).

Javier Talegón, José A. Hernández, Marcos Martín, Abel Bermejo y María Martín, Asociación Zamorana de Ciencias Naturales.
Revista El Ecologista nº 83.

La masa forestal de Montelarreina constituye un área de enorme valor medioambiental que ocupa una superficie cercana a las 2.000 hectáreas. Se ubica en el término municipal de Toro, en el sureste de la provincia de Zamora. Este monte pertenece a varios propietarios privados y al Ministerio de Defensa, que gestiona la fracción más importante (unas 1.150 hectáreas) y que se mantiene en una situación de incierto futuro tras el anuncio de su subasta pública; además algunos terrenos que forman parte del monte sufren numerosos y graves problemas de conservación. Por todos estos motivos son necesarias medidas urgentes y eficaces para proteger Montelarreina en su conjunto.

Singularidades ambientales y generalidades

Montelarreina representa uno de los más destacados bosques que todavía se conservan en las comarcas interiores de Castilla y León, un territorio ampliamente deforestado desde antiguo por la práctica de la agricultura intensiva. Aislado entre infraestructuras y cultivos, Montelarreina supone un reducto de los extensos bosques de encinas y pinos que dominaron en otros tiempos en gran parte de la meseta duriense y que han sobrevivido hasta nuestros días a pesar de la intensa presión humana.

Precisamente, el valor de esta masa forestal se afianza por su carácter de bosque isla, actuando como un importante y atractivo reservorio para la biodiversidad en un entorno notablemente deforestado. La masa forestal de Montelarreina se ha conservado en condiciones óptimas hasta nuestros días, a pesar del desarrollo agrícola de la zona y de las numerosas líneas viarias cuyo trazado se acumula en el corredor de transportes Valladolid-Toro-Zamora.

Desde un punto de vista de externalidades ambientales, esta mancha de bosque es sin duda un importante pulmón forestal. Además supone un área con enorme potencial para ecoturistas, naturalistas, científicos, micólogos, senderistas o cicloturistas. Una masa con enorme valor sentimental y simbólico para la localidad de Toro y que es también disfrutada por otros muchos castellano leoneses.

Importancia botánica

El área de Montelarreina alberga una extensa y espesa superficie forestal dominada por la encina –especie que ocupa la mayor superficie de la zona– acompañada principalmente por el pino piñonero. En ambos casos se trata de masas maduras dominadas en gran medida por ejemplares desarrollados. Además aparecen diversos rodales de pino resinero y de forma muy puntual crecen quejigos, la única especie de roble presente en esta zona. La comunidad arbustiva está dominada por la jara pringosa enriquecida por la presencia de perales silvestres, espinos, escaramujos, madreselvas, torviscos, varias aulagas (Genista hystrix y G. scorpius), retamas (Cytisus scoparius, Retama sphaerocarpa), jaguarzos (Halimiuim umbellatum y Cistus salvifolius), tomillos (Thymus zygis y T. mastichina), cantuesos, espliegos y esparragueras.

Las vaguadas más frescas y los puntos de agua (de enorme interés para la fauna) albergan algunos chopos, álamos blancos, olmos, fresnos y sauces.

Aspectos faunísticos

Montelarreina y su entorno inmediato alberga más de 200 especies de vertebrados, muchas con enorme interés, protegidas por diferentes legislaciones regionales, nacionales o europeas y algunas incluidas en los catálogos de especies amenazadas. Se han citado 156 especies de aves (de ellas, 76 nidificantes seguras), 29 de mamíferos, 11 de reptiles y seis de anfibios, de las cuales nueve están clasificadas como “Casi amenazadas” y cuatro como “Vulnerables” en los respectivos Libros Rojos.

Esta masa forestal alberga una importante comunidad de aves rapaces diurnas nidificantes como el azor, gavilán, aguililla calzada, busardo ratonero, culebrera europea, milanos real y negro, elanio común y alcotán. Recientemente se ha constatado la presencia de una de las mayores joyas de nuestra fauna, el águila imperial, endemismo ibérico en peligro de extinción que convive en Montelarreina con su cercana pariente, la también imponente águila real.

Otros grupos de aves con importante y nutrida representación en esta masa forestal son las rapaces nocturnas: búho real, búho chico, cárabo, autillo y mochuelo. También son comunes pícidos como el pico picapinos y el pito real. Les acompañan otras muchas especies que mantienen importantes poblaciones reproductoras en este bosque zamorano, como son los chotacabras europeo y cuellirrojo, abubilla, abejaruco, totovía, alcaudones común y real, zorzal charlo, curruca mirlona, picogordo y un córvido endémico de la Península: el rabilargo ibérico.

En cuanto a la comunidad de mamíferos, Montelarreina alberga numerosos taxones, algunos con enorme singularidad e importancia. Como insectívoros, esta masa forestal ofrece refugio al erizo europeo y a los murciélagos enano, de borde claro, hortelano y orejudo gris. Respecto a los carnívoros, este monte reviste gran importancia para el lobo, una especie con numerosas amenazas y que se mantiene estable en la zona desde mediados de la década de 1970. El zorro rojo, comadreja, turón, garduña, tejón, jineta o gato montés son otras especies presentes. El abundante jabalí y el corzo –que a pesar del furtivismo intenta colonizar en la zona– representan junto al conejo de monte y la liebre ibérica, al grupo de herbívoros de esta masa forestal. El topillo campesino, topillo lusitano, ratón de campo, ratón moruno y lirón careto, son algunos micromamíferos frecuentes.

Como reptiles aparece la culebrilla ciega, las lagartijas colirroja, colilarga y cenicienta, el lagarto ocelado y las culebras lisa meridional, de escalera, bastarda y viperina. Los anfibios más comunes son el gallipato, tritón jaspeado, sapo de espuelas, sapo común, sapo corredor y la rana común.

Amenazas directas y propuestas de conservación

Montelarreina está amenazada por numerosos y graves problemas ambientales y lleva décadas perdiendo superficie forestal. El Ministerio de Defensa ha anunciado la subasta de los terrenos gestionados por dicha institución y el futuro de esta masa –el corazón del monte– está en entredicho. La previsible adquisición de la zona militar por propietarios privados puede desembocar en numerosas alteraciones, similares a las que ya existen en la zona. Las extracciones de áridos o las roturaciones del encinar derivadas del uso minero o agrícola intensivo, están arañando terreno diariamente a este bosque autóctono. Por otro lado, algunas zonas sufren numerosos impactos derivados del trasiego de vehículos todoterreno, motos y quads fuera de los caminos (algo prohibido tajantemente por la legislación de montes).

Esta área se está convirtiendo en un territorio verdaderamente desolado sin que se hayan tomado medidas para garantizar su futuro. Montelarreina, sigue perdiendo biodiversidad y no tiene asegurada su conservación a corto, medio o largo plazo. No se encuentra incluida en ninguna figura de protección regional, estatal o europea –como la Red Natura 2000–, a pesar de que contribuye indudablemente a la diversidad biológica, al mantenimiento de la fauna y de poseer una especial significación de sus valores forestales.

Por estos motivos, consideramos necesaria: a) la declaración de Montelarreina como Monte de Utilidad Pública, b) el desarrollo de medidas urgentes que favorezcan las garantías de conservación definitiva de este monte y que aboguen por una gestión exenta de riesgos ambientales, y c) frenar las gravísimas alteraciones que está sufriendo el entorno natural de esta zona (talas, graveras, furtivismo de jabalí, trasiego de vehículos a motor a través del monte, etc.).