El apoyo al carbón ha supuesto un aumento extra en las emisiones de CO2

El apoyo al carbón por motivos políticos ha supuesto un incremento de 7,7% en las emisiones de CO2 del Estado español, como denuncia Ecologistas en Acción. Desde el 2007 existe sobrada potencia eléctrica en las centrales térmicas de ciclo combinado, a gas, para sustituir sin problemas la producción eléctrica de las centrales térmicas de carbón, que emites casi el triple de CO2 que las primeras.

La lucha contra el cambio climático tiene como primer objetivo reducir las emisiones globales de CO2 (dióxido de carbono), el principal gas responsable del calentamiento global del clima causado por el ser humano. Para ello la teoría más elemental dice que hay que sustituir las fuentes de energía no renovable (carbón, petróleo y gas) por energías renovables, como las solares o la eólica, que no emiten CO2 cuando producen energía eléctrica. Aunque las centrales térmicas de ciclo combinado, que funcionan con gas natural, también son contaminantes y emiten CO2 [1], se pueden considerar como una forma de transición mientras se avanza hacia un sistema 100% renovable.

Las centrales térmicas de ciclo combinado empezaron a construirse en España hace unos 13 años y ya en el año 2007 alcanzaban una potencia total de 22.107 MW (megavatios), cifra muy superior a los 11.867 MW del conjunto de las centrales térmicas de carbón por lo que ya entonces existía plena capacidad técnica para sustituir el carbón por el sistema menos contaminante de los ciclos combinados. La potencia eléctrica de las centrales térmicas de ciclo combinado siguió incrementándose desde el 2007 y en el 2013 se alcanzaron los 27.206 MW de potencia total mientras las térmicas de carbón experimentaban un ligero retroceso en su potencia instalada.

Pese a la oposición de Ecologistas en Acción a la masiva construcción de centrales térmicas (incluidos los ciclos combinados), una vez construidos deben servir para cubrir las puntas de demanda y sustituir al carbón, mucho más contaminante. Así se explicaba en la «Propuesta ecologista de generación eléctrica para 2020«.

Lejos de toda lógica ambiental, pero en perfecta sintonía con los intereses económicos y políticos de las empresas eléctricas y del sector del carbón, las térmicas de carbón españolas han seguido funcionando todos estos años y desde el 2007 han emitido unos 363 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera. Si la producción eléctrica del carbón hubiera sido sustituida por las térmicas de ciclo combinado durante estos últimos ocho años (2007-2014) las emisiones hubieran bajado 227 millones de toneladas, una importante cantidad de CO2 que el estado español ha emitido de un modo totalmente gratuito e irresponsable por el apoyo al mundo del carbón, aproximadamente un 7´7% de las emisiones totales del conjunto del estado [2] en ese periodo.

Aunque el gobierno hace alarde de la bajada de emisiones globales de CO2 en España, que empezaron a bajar en el año 2008, la disminución de las emisiones no se ha debido a políticas que buscaran ese objetivo. Los últimos años previos a la crisis económica, en plena euforia de crecimiento, estaban llenos de proyectos de nuevas centrales térmicas, de cementeras y de grandes infraestructuras megalómanas que hubieran supuesto un incremento todavía mayor de las desatadas emisiones de CO2 que había en ese periodo. Solo el derrumbe económico que se dio a partir del año 2007 explican la bajada de emisiones. Prueba de la falta de compromiso del gobierno está, precisamente, es este apoyo al carbón que ha supuesto esos 227 millones de toneladas de CO2 que se han emitido de un modo totalmente injustificado e imprudente. Para Ecologistas en Acción es urgente avanzar hacia un sistema de energía 100% renovable, garantizando una transición justa para las personas empleadas en el sector del carbón.