Ecologistas en Acción de Las Palmas ha aprovechado el cuarto aniversario del accidente para mostrar su alarma sobre la situación en Fukushima Dai-ichi (Japón). La organización ecologista denuncia que aún no se conoce el estado de los reactores 1, 2 y 3, lo que resulta imprescindible para actuar sobre ellos y que el agua radiactiva sigue llegando al mar. Cuestión que se agravará ya que los planes prevén verter miles de toneladas más de agua contaminada.

El miércoles día 11 de marzo se cumplieron 4 años del accidente de Fukushima. En estos momentos, se constata que han fracasado todos los intentos de impedir que el agua contaminada subterránea llegue al mar. Tras la realización de complejas obras que incluyeron un muro subterráneo, un muro de hielo y bombeos, ha vuelto a aparecer contaminación cerca de los reactores fundidos.

El volumen de agua radiactiva almacenada ha ido aumentado sin cesar y supera ya las 300.000 toneladas (120 piscinas olímpicas). Aunque el volumen disponible alcanza las 800.000 toneladas, resulta obvio que al ritmo que se produce puede rebosar en unos años. Se ha propuesto verter agua radiactiva al mar, lo que resultaría añadir una insensatez más al cúmulo de las que han acompañado al accidente de Fukushima.

La contaminación radiactiva se ha extendido por el efecto de las corrientes marinas y las especies de peces migratorias. Para Japón, un país donde se consume ingentes cantidades de pescado y algas, y para el resto del mundo, entre ellos nuestro país que no solo por el consumo si no por ser su flota pesquera de las mayores del mundo… los efectos pueden ser catastróficos.

Por si esto fuera poco, se sabe a ciencia cierta que los reactores 1, 2 y 3 se fundieron durante el accidente, pero se ignora su estado. Según Ecologistas en Acción hasta la fecha, ningún método ha servido para evaluar el estado del combustible nuclear fundido. Las simulaciones muestran que el combustible nuclear ha fundido la vasija del reactor número 1 y casi seguro se encuentra en el fondo de la contención.

Por otra parte, las contenciones están fisuradas debido a los daños del accidente, por lo que el agua aumenta mucho su contaminación con elementos pesados como el estroncio. Se piensa en evaluar los reactores mediante cámaras de muones para conocer su estado exacto. Lo más probable es que no se pueda recuperar el combustible y haya que fabricar un sarcófago para mantener el inventario de los núcleos contenido para toda la eternidad.

Ante todo esto, Ecologistas en Acción de Las Palmas de Gran Canaria ha entregado un escrito con siete peticiones en el Consulado de Japón dirigido al Primer Ministro de Japón, Sr. Shinzo Abe.