Por otro lado, Ecologistas en Acción no entiende como se puede poner un elemento metálico anclado firmemente al suelo en medio de un carril para bicicletas, a nadie en su sano juicio se le ocurriría poner algo similar en medio de un campo de fútbol o de una cancha de baloncesto.
Esto viene a demostrar que las políticas de movilidad urbana y las alternativas para conseguir una ciudad más saludable y respetuosa con el medio han sido y siguen siendo una quimera, donde priman los intereses recaudatorios por encima de la seguridad de los ciclistas.
Para evitar que episodios como el de la semana pasada vuelvan a repetirse, pedimos al ayuntamiento que retire los radares del vial de manera inmediata, que se haga un estudio de los carriles bici existentes y se eliminen los obstáculos que supongan un riesgo para los ciclistas y se tomen en serio las alternativas para conseguir una movilidad urbana donde los peatones, los ciclistas y el transporte urbano sean lo verdaderamente importante.