El arroyo Canalejas no debe ser canalizado ni soterrado, sería una injusticia y una barbaridad. Es uno de los últimos arroyos urbanos herederos de las vegas de campiña en las que hasta hace poco tiempo había pequeñas huertas. Desde hace algunas décadas el crecimiento difuso de la ciudad provocó que dicho curso se viera contaminado por las aguas residuales. Tienen razón los vecinos que reclaman que se sanee la zona por lo desagradable de los olores y por ser un foco permanente de infecciones, pero canalizar el arroyo no es la solución, eso es esconder el problema (que no los olores) y facilitar que la especulación inmobiliaria fagocite uno de los pocos paisajes de vega y huerta que persisten en Jerez.

Consideramos que esta pequeña joya fluvial no debe ser canalizada, más bien todo lo contrario. Un espacio tan pequeño y singular dentro de un casco urbano debe ser conservado y restaurado en toda regla. Solucionar el principal problema que padece, el de la contaminación de las aguas, es mucho más barato en términos económicos que canalizarlo, y sin duda los beneficios reportan en la colectividad. Con la tecnología actual es posible corregir los efluentes contaminantes y hacer que el agua que circule por el cauce vuelva a ser limpia. ¿Por qué no un parque fluvial dentro del casco urbano? Sin embargo, no podemos avalar la actuación que el Ayuntamiento pretende hacer en el arroyo, cuyo objetivo final es poder liberar un espacio inundable para que la vorágine especulativa se haga con él. Y encima con dinero público, bochornoso.

Desde Ecologistas en Acción queremos criticar duramente la actitud del Delegado de Política Territorial y de la Delegada de Medio Ambiente que están buscando fondos públicos para destruir un espacio que pertenece a toda la ciudadanía. Es vergonzoso que una operación especulativa inmobiliaria pretenda ser sufragada parcialmente con fondos públicos. Una muestra más de la baja talla que tienen nuestros políticos, que siguen plegándose al interés de la especulación urbanística y vendiendo el patrimonio público al gestor privado. Tanto al Sr. Pacheco como a la Sra. Vega vamos a tener que darles un curso básico sobre medio ambiente, desarrollo sostenible y respeto a la naturaleza, que parece que en los últimos tiempos lo tienen un tanto olvidado. La nueva Directiva Marco de Aguas que se está incorporando a la legislación española obliga a recuperar los ríos y no a destruirlos. Si el Ayuntamiento consigue la subvención del organismo de cuenca, que a su vez provienen de los fondos FEDER, Ecologistas en Acción denunciará a la Comisión Europea de Medio Ambiente la malversación de dinero público por parte de Confederación y del Consistorio.

En los últimos tiempos está cambiando el tipo de intervención humana en los ríos. Ya no se busca canalizarlos encauzarlos, soterrarlos…los planteamientos actuales entienden que los cursos fluviales tienen importantísimos valores naturales, culturales, históricos, educativos, recreativos… El arroyo Canalejas discurrió hasta hace no muchas décadas por la zonas de huertas cercanas a Jerez. Pequeñas explotaciones familiares de agricultura tradicional, avocada en estos días a la desaparición. Si algo sobra en el Jerez de los últimos tiempos son grúas, ladrillos y edificios. Si algo falta son espacios que recuerden a los jerezanos cómo era aquella agrovilla bodeguera que empezaba a dejar de lado su carácter rural para comenzar a ser ciudad. El arroyo canalejas no debe ser destruido. Muy al contrario los efluentes que contaminan sus aguas deben ser depurados. Se debe potenciar y recuperar el pequeño bosque de ribera. El nuevo PGOU tiene que incorporar un plan de recuperación de la zona en la que aparezcan de nuevo las huertas, pero esta vez de ocio para jubilados, parados, escolares, asociaciones…que ponga en valor la antigua vega transformándola en un parque fluvial. Soluciones inteligentes hay muchas, pero como siempre antes hay que pedirle permiso a la especulación urbanística, que es la que gestiona los intereses de lo jerezanos.