Gena-Ecologistas en Acción ha presentado alegaciones al Convenio Urbanístico entre el Ayuntamiento de Nerja y la Sociedad Azucarera Larios S.A. (SALSA) para la regularización de anteriores convenios, ocupaciones de suelo y desarrollo urbanístico de Maro, calificándolo globalmente de desarrollista y ladrillero, hipotecando el futuro de los nerjeños. Entre las alegaciones presentadas figuran las siguientes

Primera. Comprendiendo que el Ayuntamiento de Nerja ha conveniado anteriormente una serie de parcelas para determinados equipamientos del municipio, esta asociación considera que las compensaciones urbanísticas deben situarse en aquellas propiedades de SALSA que se sitúan en la zona de ampliación de los núcleos urbanos de Nerja y de Maro, y desarrollarse con arreglo a las necesidades de crecimiento urbano.

Segunda. Consideramos que los términos y alcance de este convenio suponen una importante hipoteca para el Ayuntamiento de Nerja y pone en riesgo los intereses generales de los ciudadanos, por cuanto se redacta con un tono imperativo y un nivel de exigencias que el propio Ayuntamiento no está en condiciones de corresponder, independientemente de que esta hipoteca no va a suponer una importante inversión para la población del municipio, sino, en el mejor de los casos, para un sector minoritario que, por ahora, tampoco había demandado los equipamientos que se ofrecen en este convenio.

Tercera. Según datos del INE correspondientes al año 2011, el municipio de Nerja tenía un total de 16.394 viviendas, de las cuales 8.306 eran viviendas principales (hogares), mientras que las restantes 8.088 viviendas (es decir, el 49,34% de las viviendas construidas) eran viviendas secundarias o vacías. Estos datos demuestran que el municipio de Nerja no necesita más viviendas, por lo que las 680 viviendas previstas en el Convenio Larios-Ayto. Nerja carecen del menor fundamento. Al contrario, esta iniciativa incrementará innecesariamente el parque de viviendas, contribuyendo a la masificación urbanística que ya padece el núcleo de Nerja, y con ello el deterioro de la calidad ambiental urbana como destino turístico. Al mismo tiempo es una iniciativa que se enmarca en la llamada “inversión ladrillera” de tintes puramente especulativos, que benefician únicamente al sector inmobiliario, a costa de un patrimonio público y de interés económico, como es el paisaje urbano.

Cuarta. Los desarrollos previstos en la zona de Maro constan de los siguientes sectores: 1. Desarrollo residencia de alto nivel (Zona I); Desarrollo turístico-deportivo y hotelero (Zona II)
3. Desarrollo medio-ambiental en el Paraje Natural Maro – Cerro Gordo (Zona III); Consideramos que las operaciones previstas en estas zonas constituyen un desarrollo urbanístico desmedido, totalmente innecesario, deteriorando de forma irreversible una de las zonas más preciadas del municipio, y que pondrían en riesgo los recursos para futuras generaciones, hecho por el cual es totalmente insostenible, como detalladamente se argumenta a continuación.

Quinta.-Respecto al desarrollo de la Zona III, calificado como “desarrollo medio-ambiental”, carece de especificaciones. En cualquier caso, tratándose de un Paraje Natural, formando de la Red de Espacios Naturales Protegido de Andalucía, con categoría de ZEC (Zona de Especial Conservación) de la Red Natura 2.000, ademas de una ZEPIM (Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo), no es susceptible de intervención municipal, más allá del apoyo a los servicios básicos (ej. recogida de basuras), estando el ayuntamiento obligado a incluirla como suelo de protección supramunicipal. En definitiva, este sector no debería contemplarse en este convenio.

Sexta.—Respecto al desarrollo de la Zona II, en donde se prevé un desarrollo turístico-deportivo y hotelero, se debe recordar que la zona tiene una protección territorial por el POT de la Axarquía, en el marco de los sistemas de protección paisajística adoptados para todo el litoral y para determinados enclaves de valor paisaístico. La mencionada Zona II, que comprende el paisaje de los Acantilados de Maro, en continuidad fisionómica con la parte protegida situada a continuación, ha sido considerada en multitud de estudios paisajísticos como territorio clave para el valor del paisaje de Nerja. Ciertamente, la existencia de cultivos de invernadero suponen un grave atentado a este paisaje, y que desde el Ayuntamiento se debería haber frenado en su momento. Pero la solución no es cambiar los invernaderos por un campo por hoteles y campo de golf. Estas actuaciones, por ser muy visibles desde determinados hitos, como el mismo Balcón de Europa, deterioraría considerablemente el paisaje de los Acantilados de Maro y con ello uno de los principales activos que fijan a la población turística en este destino.

Séptima.-El desarrollo residencial de baja densidad previsto en la parte norte de la zona II, con independencia de su innecesariedad señalada en la tercera alegación, provocaría la creación de una urbanización satélite que, por su dispersión, se apartaría del principio de compacidad exigible en todo núcleo urbano (previsto en la LOUA y en el POT de la Axarquía), primero porque se aparta del núcleo urbano existente (Maro), convirtiéndose en un núcleo difuso satélite de éste, y segundo por que la dispersión de las viviendas hace costosa la aplicación de los servicios municipales. Por este motivo, no vemos razonable este proyecto, recomendándose que, en todo caso, se traslade a una ampliación del núcleo urbano de Maro y por tanto con las densidades propias de un suelo urbano.

Octava.-En lo concerniente a la “recuperación” de la fábrica de azúcar de S. Joaquín para el uso hotelero de alta calidad y en su entorno usos residenciales en la tipología unifamiliar y edificación tipo Pueblo Mediterráneo, en tipologías plurifamiliares, consideramos que el proyecto es altamente pernicioso para los intereses generales, en particular los concernientes a la conservación de patrimonio arqueológico-industrial de la principal industria que históricamente se ha desarrollado en Nerja. Aun siendo cierto que la fábrica está necesitada de una rehabilitación y conservación, no consideramos que su remodelación como hotel sea compatible con la obligación del Ayuntamiento de respetar este patrimonio, perdiendo así la oportunidad de crear un importante recursos turístico-cultural que supone un valor añadido al destino turístico de Nerja. Respecto a las viviendas con tipología de “pueblo mediterráneo”, consideramos que, como se ha señalado en el punto anterior, contraviene el principio de compacidad, creando una urbanización satélite de Maro, con baja densidad y por tanto altamente consumidora de suelo, amén de deteriorar irreversiblemente el entorno paisajístico de la localidad y de la propia fábrica de S. Joaquín. Por todo lo cual tiene a bien

En resumen, Gena-Ecologistas en Acción considera que el Ayuntamiento debe tener en cuenta no sólo los problemas generados por las deudas con la entidad SALSA (que se podrían resolver de otro modo), ni tan siquiera los beneficios que, a corto plazo y de forma temporal, pudieran derivarse de los procesos de construcción, sino que se tenga en cuenta el daño que produce a intereses generales como la disponibilidad de suelo y la calidad del paisaje, ya que este convenio sitúa el territorio en la precariedad para próximas generaciones.