Como cada año el inicio de la campaña de riego los canales de la provincia comienzan a llenarse de agua para distribuirla por las tierras agrícolas. Estas infraestructuras, debido a su diseño, suponen una trampa mortal para todo tipo de animales, silvestres y domésticos.

La forma más usual de estos canales es en forma de U, lo que imposibilita la salida, no solamente de los animales sino de las personas. Hay otros canales cuyo vaso se asemeja a una V pero con una inclinación de las caras laterales muy pronunciada, lo que sigue dificultando, cuando no imposibilitando, la salida.

Estos canales, sobre todo los de mayor capacidad, suponen un riesgo latente para la fauna y para las personas. Son muchas las especies que se ven afectadas por estas infraestructuras: perros, gatos, ovejas, corzos, jabalíes, zorros,… Este problema de mortalidad puede traducirse en un problema de salud pública si no se retiran los cadáveres de los animales ahogados. Recordamos que este agua se usa para el riego de tierras de labor y huertos principalmente, lo que distintos patógenos de los cadáveres pueden pasar a la cadena alimentaria.

Especial mención merece el Canal de Villalaco, que registra una cantidad importante de corzos y jabalíes ahogados y que no son retirados del canal, descomponiéndose en el agua. En este canal vienen a ahogarse más de 60 corzos anualmente y también una cantidad no despreciable de jabalíes. Han sido varias las denuncias formuladas ante el Seprona sin que esto haya prosperado y se hayan ofrecido soluciones al problema. El estado primitivo del canal de Villalaco, con taludes tendidos y en tierra, permitía que los animales que caían en el mismo, pudieran salir sin mayores contratiempos. Por el contrario, tras el proceso de modernización que llevó a cabo la CHD entre los años 2002-2011, ha convertido el canal, a día de hoy, en una trampa mortal para cualquier animal, e incluso para las personas.

Soluciones

Desde Ecologistas en Acción hemos solicitado a la Confederación Hidrográfica del Duero que tome cartas en el asunto, proceda a evaluar los riesgos de estas infraestructuras, realice un inventario para concretar los puntos negros y adopte las soluciones necesarias para permeabilizar los canales y minimizar el impacto de estos.

Esta situación es debida a la:

  • Inexistencia de pasos transversales específicos para el paso de la fauna.
  • Ausencia de sistemas de rampa interior adecuada para la salida, lo que hace que los animales que intentan subir por las inclinadas paredes del canal se rompan las patas sin conseguirlo. Debe tenerse en cuenta que una vez caído al canal, las posibilidades de un animal de salir son nulas debido al caudal de agua y la fuerte corriente.

Hacer un mantenimiento y limpieza de los puntos de retención en intervalos cortos de tiempo, favorecerá que esta situación no se convierta en un problema de salud pública.