Ecologistas en Acción Tde oledo, lamenta un año más, el tener que denunciar ante la
Dirección General de Política Forestal y Espacios Naturales, el SEPRONA de
la Guardia Civil y la Confederación Hidrográfica del Tajo el corte del río
Pusa, afluente del Tajo por su margen izquierda, a un kilómetro aguas
abajo del Embalse de Los Navalucillos.

Como en ocasiones anteriores, todo apunta a que la responsabilidad
principal de la situación recae, por una parte, en la Mancomunidad de
municipios que utilizan el agua del Pusa para el abastecimiento urbano de
las poblaciones aledañas y en segundo término sobre la Confederación
Hidrográfica del Tajo, autoridad competente en materia de aguas, quien –
conocedora de la situación por tratarse de un asunto recurrente verano
tras verano – no toma, en tiempo y forma, las medidas necesarias para
garantizar los caudales mínimos y ecológicos del que pasa por ser uno de
los ríos más emblemáticos – desde el punto de vista de la conservación –
de los Montes de Toledo. No en vano, la cabecera del citado río forma
parte del Parque Nacional de Cabañeros en el paraje conocido como “El
Chorro”.

La situación es especialmente lamentable por cuanto podría evitarse,
garantizándose en todo caso el suministro de agua para los municipios
mancomunados y al mismo tiempo el discurrir de un caudal mínimo en todo el
recorrido del Pusa, puesto que, como hemos podido comprobar in situ, el
Embalse de Los Navalucillos se encuentra rebosante de agua, al máximo de
su capacidad operativa. A 1 kilómetro aguas abajo de la presa se ha
comprobado, una vez más, la existencia de actuaciones presuntamente
ilegales (levantamiento de diques de contención, modificaciones y
alteraciones de la morfología del cauce natural con maquinaria pesada) y
la derivación total del caudal circulante hasta este punto a los
municipios mancomunados para el servicio de gestión del agua en la comarca.

Como es fácilmente deducible, los efectos de esta situación en un verano
especialmente seco y caluroso, produce una catastrófica alteración de los
ecosistemas ribereños y acuáticos. Tanto la vegetación de ribera, que
sufre de forma acumulativa (por reiteración de esta situación año tras
año) la falta de agua, como diferentes grupos faunísticos altamente
sensibles en estas circunstancias (insectos, crustáceos, anfibios y
peces), corren el riesgo de desaparecer literalmente desde este punto
hasta la desembocadura del Pusa en el Tajo.

Los hechos denunciados están produciendo además graves alteraciones en las
poblaciones de otras especies que completan las cadenas tróficas
mediterráneas presentes en la zona, tales como la nutria (especie
prioritaria de la Directiva de Hábitats de la UE) y otros herbívoros y
meso o microdepredadores, debido a la desaparición en varios kilómetros de
río de las bases de sus respectivos patrones alimenticios.

La actuación denunciada viene a vulnerar diferentes normativas ambientales
de aplicación en Castilla–La Mancha y pudiera ser constitutiva de delito
ecológico y en todo caso, son considerables como faltas graves y/o muy
graves.

Ecologistas en Acción exige a la Confederación y considera imprescindible
y urgente, la liberación de agua desde el Embalse de Los Navalucillos para
el mantenimiento de los caudales mínimos y ecológicos, así como la
intervención de las autoridades competentes en aras de esclarecer y en su
caso sancionar, a los responsables de esta situación.