No comprendemos el empecinamiento del Sr. Alcalde sexitano en culpar a las administraciones andaluzas de la bajada de nivel y consecuente salinización del acuífero de la Vega del Río Verde.

Se olvida el Sr. Alcalde que hay cientos de bloques de viviendas en la vega que tienen que tener una bomba funcionando a diario para evacuar el agua del acuífero que inunda sus sótanos.

Sin ir más lejos, desde hace más de un año, en las obras del futuro aparcamiento del Altillo se están volcando al mar miles de metros cúbicos a diario que, lógicamente, hacen descender el nivel del acuífero y está llamando al agua del mar para que entre.

De siempre hemos defendido que no son las feraces vegas almuñequeras los sitios más idóneos para construir, pues en cuanto se ahonda en el suelo aparece el agua, pero la fiebre constructora no repara en esos detalles, ya que lo que interesa es construir pronto, vender rápido y después que los propietarios apechuguen con los problemas y los gastos de la inundación de sótanos y cocheras. Ejemplos los hay a montones.

Lo del Paseo del Altillo debería considerarse como un delito, pues desecar un acuífero con un agua de muy buena calidad y muy necesaria en estos momentos, para tener un aparcamiento cuyos beneficios no van a ser para los perjudicados por la pérdida de agua, es una mala faena para los agricultores y todo el pueblo de Almuñécar.

Desde aquí animamos a aquellos agricultores que este año tengan problemas con el acuífero a que pidan indemnización, vía judicial, al ayuntamiento, pues si los millones de litros de agua que se han vertido al mar estuvieran aún en el acuífero hoy no tendríamos ningún problema de agua, pues venimos de varios inviernos que han sido generosos con las lluvias.

La mala planificación urbanística trae estas consecuencias, pero en Almuñécar, cada vez que algo sale mal, la culpa la tienen los demás. Así nos va.