En Democracia hay que ser serios, responsables y consecuentes;
comportamientos que sabemos que no suelen darse en las democracias bananeras, pero sí en las democracias avanzadas occidentales a la que pertenecemos. Y cuando afirmamos que en democracia hay que ser serios, responsable y consecuentes queremos decir que lo que se promete en una Campaña electoral, se debe cumplir.

Pues bien, durante la pasada Campaña Electoral al Consistorio hubo un acto celebrado públicamente el 15 de mayo en el Salón de Actos de la Facultad de Ciencias del Trabajo, que, probablemente, en el fragor dialécticos de la misma, a lo mejor no tuvo la repercusión y relevancia mediática que debiera haber tenido aunque la tuvo, ya que fue el único acto políticos en el que todos los partidos que se presentaba a las elecciones coincidieron unánimemente y éste fue la firma del Pacto por un Aire Limpio, pacto que decía literalmente lo siguientes:

Primero.- Que, una vez quede constituida la nueva Corporación Local cordobesa, en el primer Pleno “útil”, que se celebre, se presentará una moción, en la que acuerde el inicio de la revisión de la calificación del emplazamiento de la cementera de la empresa CEMENTOS COSMOS SUR S.A., establecida en el actual PGOU declarándola formalmente “fuera de ordenación urbana” a fin de evitar que en ella se puedan establecer ampliaciones o cambio de actividades no adecuadas.

Y segundo.- Garantizar el máximo rigor en la aplicación de las competencias municipales y la legislación vigente para impedir la incineración de residuos en los hornos de dicha factoría, considerando que esta actividad por su potencial peligrosidad solo puede desarrollarse alejada de las áreas urbanas.

Este Pacto fue refrendado por todas las fuerzas políticas que se presentaban a las elecciones: La Agrupación de Electores “Ganemos Córdoba; Ciudadanos. Partido de la Ciudadanía (C's); Coalición Izquierda Unida – Convocatoria por Andalucía – Los Verdes (IU- CA-LV); Partido Andalucista (P. A.); Partido Popular (P.P.); Partido Socialista Obrero Español de Andalucía (PSOE-A); Partido Unión Cordobesa (UCOR); y el Partido Unión Progreso y Democracia (UPyD).

Y hubo unanimidad, porque unánime es la opinión de la ciudadanía cordobesa sobre la situación de la cementera y la necesidad de abordar seriamente el problema que viene generando y las consecuencia que se derivarán de la intención que tiene la Empresa de incinerar, y por que al ser un problema de ciudad, hay que abordarlo desde la sensatez de velar por los intereses generales de la ciudad y no desde la confrontación, el partidismo o intereses económicos-empresariales de la multinacional brasileña.

Con independencia de este acto colectivo, de unidad de todos los Partidos Políticos sin distinción de ideología, muchos alcaldables durante la campaña electoral prometieron acciones en el sentido de la que viene defendiendo la Plataforma Córdoba Aire Limpio. Y por poner un ejemplo, recordar que la actual alcaldesa Isabel Ambrosio prometió el traslado de la factoría a los vecinos de Fátima y Levante, los grandes sufridores seculares y directos de las nefastas consecuencias de la cementera junto con los de Valdeolleros, Levante y Ollerías (es decir, de media ciudad).

Pues bien, siendo esto público, manifiesto y consensuado, ¿Hay que extrañarse de que el actual Equipo de Gobierno, cumpliendo el mandato democrático del compromiso electoral adquirido, encargue a la Gerencia de Urbanismo los estudios sobre la situación jurídica y urbanística de la Cementera…?.

Somos serios, somos responsables y somos consecuentes. ¡Por supuesto, no nos cabe la menor duda que los partidos que firmaron el Pacto por el Aire Limpio, lo serán!

Plataforma Córdoba Aire Limpio.