La Confederación Hidrográfica del Ebro demuestra con recientes análisis que efectivamente hay lindano en el lago de la Mina Gandalia (Borobia), pero evita el realizar actuaciones para investigar y conocer con precisión las dimensiones y origen de una sustancia orgánica persistente que produce daños al sistema inmunológico y reproductivo.

Hay constancia de que en el año 1988 en el entorno de la mina Gandalia (Borobia -Soria-) se vertieron y posteriormente se retiraron inadecuadamente entre 60 y 80 toneladas de varios isómeros de Hexaclorociclohexano (HCH), conocido popularmente como lindano. A finales de 2013 la Confederación Hidrográfica del Ebro realizó unos análisis por iniciativa de organizaciones ambientales. En Mayo de 2015 Asden-Ecologistas en Acción hizo público un informe de la CH. del Ebro que mostraba una concentración de 25 nanogramos del isómero β -HCH/litro de agua en el lago formado en el hueco de la mina.

En Junio de 2015 la CH. del Ebro ha realizado nuevos análisis, a los que Asden-Ecologistas en Acción ha tenido acceso en noviembre de 2015. Estos análisis vuelven a dar positivo en al existencia de lindano, pero en menor concentración a la observada en 2013. Ahora son 17 nanogramos/litro de β- HCH, y entonces fueron 25 nanogramos/litro. Esta reducción en la concentración es aparentemente debida a un cambio en el lugar de la toma de datos: en 2013 se tomaron muestras de la superficie, y ahora las han tomado en el centro del lago a 25 metros de profundidad. Sospechosa variación de lugar que inexplicablemente no está justificada ni valorada en el informe.

En el citado informe también se expone que “presenta una concentración de β-HCH que es un orden de magnitud inferior a la norma de calidad ambiental indicada -100 nanogramos/litro-,……. (Directiva 2006/118/CE del año 2006)”, obviando la CH. del Ebro que hay una Directiva más reciente que modifica la anterior (Directiva 2008/105/CE del año 2008 relativa a las normas de calidad ambiental en el ámbito de la política de aguas); y también un Real Decreto 817/2015. Normativas que establecen que en caso de que el valor medio anual sea superior a 20 nanogramos/litro, la administración debe adoptar medidas para devolver la masa de agua a un buen estado ecológico.

A pesar de las evidencias y documentos oficiales que determinan el origen del β-HCH en la Borobia, resulta que el informe realiza una extraña afirmación “…en el hueco minero de la antigua Mina Gandalia existen trazas de β-HCH cuyo origen se desconoce…”.

Como conclusión el informe expresa después de dos años del primer análisis que “ se establezca un seguimiento analítico sobre la calidad de las aguas del hueco minero de la antigua Mina Gandalia, con objeto de estudiar la evolución futura de las concentraciones de β-HCH”

La tardanza en realizar unos segundos análisis, la variación inexplicada del lugar de la toma, ignorar premeditamente el origen del lindano, y la inexistencia de un programa de seguimiento de la contaminación y de actuaciones muestran que la Confederación Hidrográfica del Ebro está evitando conocer oficialmente y actuar sobre la contaminación por lindano, una sustancia orgánica persistente que produce daños al sistema inmunológico y reproductivo, y que tiene efectos adversos sobre el desarrollo. Esta omisión de sus obligaciones legales para con la protección de la salud ambiental y de las personas refuerza nuestra justificada desconfianza y crítica hacia la CH. del Ebro.