El proyecto de Desarrollos Eólicos en la loma de Zullar de Vejer cumple escrupulosamente las limitaciones que el Plan Especial Supramunicipal de Ordenación de Infraestructuras de los recursos eólicos en la comarca de La Janda establece para la implantación de los parques eólicos.

La zona elegida, en la carretera de El Palmar a Vejer, presenta un potencial eólico calificado en el Plan como “bueno” (más de 7 metros/seg. de velocidad media del viento), no se incluye dentro de las áreas de exclusión por ser zonas relevantes para la avifauna, no es un área de sensibilidad paisajística, está a más de 2 Km de Vejer y pertenece a ningún espacio natural protegido.

Entonces, ¿a cuento de qué el ayuntamiento de Vejer se opone a un proyecto de energía limpia para el municipio? Sin embargo, resulta de una incoherencia escandalosa que la misma autoridad municipal que cataloga como “brutal” la iniciativa eólica, consienta la rampante e irregular urbanización de El Palmar y apoye sin restricciones el, ese sí brutal, proyecto de dos hoteles en El Palmar con campos de golf incluidos de 1.600 plazas.

O sea, en la distorsionada percepción del ayuntamiento vejeriego, contribuir a la disminución de los gases de efecto invernadero es una agresión “brutal” (1 kW-h eólico evita la emisión de 1 Kg de CO2), pero los hoteles y campos de golf son proyectos “sostenibles”: el mundo al revés.

No es de extrañar, por tanto, que los ecologistas interpretemos la oposición a la energía eólica de muchos ayuntamientos costeros como una burda añagaza para seguir especulando con el suelo del litoral, ofreciéndolo al mejor postor.

Por otro lado, Ecologistas en Acción contempla con preocupación el incremento de los parques eólicos en Tarifa, porque, a diferencia de la comarca de La Janda o el municipio de Puerto Real, donde la implantación de los aerogeneradores cuenta con planes de ordenación, en Tarifa no hay ninguna planificación y los promotores se instalan sin haber previamente ordenado el recurso eólico.

De esta forma, se continúa con una irregular y muy masificada extensión de los parques eólicos, con afecciones paisajísticas evidentes, con nulo beneficio socioeconómico para las poblaciones cercanas, por lo que el sentimiento de rechazo a “los molinos” no cesa de crecer.

Ecologistas en Acción lanzó en febrero de este año una propuesta de desarrollo de la energía eólica en la que proponíamos subir la generación eólica desde el 5% actual al 20% en 2012, mediante una serie de medidas fácilmente realizables. En particular, señalábamos la necesidad de sustituir los aerogeneradores obsoletos y ya amortizados con creces (como muchos de Tarifa), por máquinas más potentes, fiables y silenciosas. Esta repotenciación es urgente llevarla a cabo en Tarifa, conjuntamente con un buen Plan de Ordenación eólica.

Una vez iniciada la actividad de la Agencia Provincial de la Energía en Cádiz (¡por fin!), esta propuesta, conjuntamente con el Plan Estratégico para la eólica marina, son de urgente necesidad. De esta manera, nuestra provincia podría empezar a ser una aliada del clima y de las energías limpias, en vez de lo que se ha convertido en la actualidad: una de las provincias españolas con mayor emisión de CO2 de España, por culpa de la, esta sí brutal, acumulación de centrales térmicas de carbón y gas que padecemos.